Pretty Little Girl

Descontrol.

El volumen de la música se mantenía alto, en todo momento, nunca bajaba, nunca paraba, solamente seguía y seguía dándole a las personas la impresión de que sería eterna.

Entre el mar de personas se encontraban tres chicas, vestidas de una forma poco decente, dejando casi nada a la imaginación. Mikasa, Annie y Sasha, encontraron algo mejor que un bar, pues uno de los amigos de Reiner, el segundo hermano mayor de Mikasa, había organizado una celebración de reencuentro para sus viejos compañeros, pero a esa clase de fiestas se colaba todo el mundo, desde los quince hasta los veintiocho años, más o menos. El problema no era que alguna fuera reconocida, el problema, es que los hermanos de la azabache iban en camino, pues fueron invitados por Bert, o bueno así le decía Reiner por tener un nombre medianamente largo y algo complejo. Él organizaba la fiesta.

El teléfono de Mikasa vibró en el bolsillo de su falda, y ella, quien a penas iba dos tragos, se dirigió rápidamente a un lugar en el jardín de la enorme casa para contestar. Se trataba de Jean, su hermano mayor o mejor dicho su caballito, lastimosamente en más de un sentido lo cabalgo.

— ¿Qué ocurre Jean? — Preguntó intentando ser escuchada.

— Estamos en la casa de Bert, y parece que tú también, escucho la misma canción. — Respondió imitando las acciones de la chica, pues hablar por teléfono en esos momentos se dificultaba. — En fin, Eren ya encontró a Annie y parece que tu otra amiga está devorando todo junto a Connie ¿Dónde estás? Bailemos un rato, princesa. — Comentó llegando al jardín, aunque fue difícil pasar entre la multitud, ser claro y que no le robaran el teléfono, lo logró.

— Estoy afuera en la casa del árbol, ven por mí. — Respondió emocionada por la propuesta de su hermano. El descontrol habitaba el cuerpo de Mikasa ¿Por qué sería?

— Ya estoy aquí. — Colgó la llamada y se dio la vuelta para encontrarse con un joven más grande que ella, por supuesto, bien vestido y con un olor a colonia ni tan fuerte ni tan suave, logrando hipnotizar a Mikasa.

— ¿Qué esperamos, hermanito? — Los seis chicos se habían acostumbrado a los coqueteos e insinuaciones de la menor, quien incluso había tenido sexo con más de uno, entre esos Jean. Pero bueno, no eran los más responsables ellos tampoco, el único buen ejemplo se había ido y el segundo no tenía carácter, incluso Armin había caído ante la tentación.

— ¿Estás bien? Parece que la llegada de Levi te afectó un poco. — Comentó algo preocupado Jean, mientras tomaba de la mano a la menor y la llevaba de regreso a la pista de baile, donde irónicamente se encontraba más de uno de sus compañeros de escuela y compañeros de sus hermanos que la conocían en fiestas y demás.

— Estoy perfecta, no es como si su regreso me afectara en algo, es más, no le he dado ninguna importancia. — Terminó de responder de manera ácida para luego pegarse al mayor y comenzar uno de los bailes más sexuales que alguien hubiese visto.

Al otro lado de la pista podíamos ver a Levi junto con Petra, quienes luego de cenar en la casa de esta última fueron invitados por Reiner a la fiesta. No se arregló mucho, estaba cansado y aceptó ir solamente por no dejar sola a su querida novia. Hubiera sido mejor que se quedara en casa y eso lo notó cuando pasó su vista sobre la pista disimulada. Él en definitiva no esperaba eso.

— Eren.— Se dirigió a su hermano menor, quien bailaba a gusto con la rubia amiga de Mikasa, y es que Annie también tenía sorpresas, aunque a ella no le gustara la idea de pintar su cabello, sí que le gustaban las perforaciones y los tatuajes, y varios de estos últimos los Lucía gracias a su corto y pegado vestido de fiesta color plata, se veía más alta por el par de tacones que traía puestos, casi no usaba maquillaje, pero el delineador resaltaba y vaya que el cabello suelto le sentaba bien.