Pretty Little Girl

¿Te conozco?

En definitiva el tiempo volaba, y realmente era algo para sorprenderse el hecho de que Mikasa ya estuviese a nada de ingresar a su primer año de secundaria, hacía ya siete años que la casa recibió a su octava y última integrante, y durante ese tiempo todo había marcado bien, como dijo la madre superiora, Mikasa era muy educada e inteligente, no solía causar problemas y de apoco comenzó a llamar 'mamá y papá' a Hanji y Erwin, quienes soltaron un par de lágrimas debido a la emoción, siempre pasaba, con cada uno de sus hijos, o por lo menos en Haji, esta era la primera vez que el rubio soltaba una de esas saladas gotas por un motivo como ese, y la verdad no tenía nada que ver con que creyese que los hombres no lloran o algo así, sencillamente la niña era en demasía tierna y además de eso, el resto de sus hijos fuero adoptad de los once años en adelante, ella fue la más pequeña.

- ¿Estás lista? - Preguntó muy animado Connie, durante el tiempo que la menor estuvo en casa desarrollo muy buenas relaciones con todos sus hermanos, con el más joven en especial solía hacer una que otra travesura, podía decirse que él era la mala influencia para ella, pero gracias a sus tácticas expertas nunca los atrapaban y se divertían como nunca, sin embargo, no era momento para recordar momentos felices, ya la chica tendría tiempo para contar aquellos divertidos recuerdos a las amigas que hiciese. Como cualquier chica, hizo amigas en la escuela, pero quiso probar integrarse en la secundaria que aluna vez utilizaron sus hermanos, solo para probar su suerte y valentía. Cabía destacar, la inocencia de Mikasa nunca desapareció, siempre se había visto influenciada por niñas de su edad que viajaban al mismo ritmo que ella, por lo cual nunca sintió curiosidad acerca de cosas que no eran adecuadas, bueno, casi nunca, su única intriga siempre fue Petra, quien cada día le caía más mal.

- Claro que está lista, es mi hermana, le irá bien. - Mencionó Eren con una sonrisa para revolver después los cabellos azabaches de su hermana menor, quien soltó una carcajada llena de ternura y emoción para finalmente sonrojar a los mayores, quienes amaban verla de una forma tan inocente.

- No la ates con palabras tan malas, Eren. - Mencionó Jean con toda la intención de molestar al castaño, y lo logró, y es que la rivalidad que se mantenía entre ellos era casi tan grande como el amor que se tenían, a nivel familiar lógicamente, aunque contaban con una madre loca que los apoyaría si el caso fuese distinto, debido a ciertas situaciones con Erwin, quien no era alguien lejano de sus circulo familiar, pero eso era otra historia.

- Déjenla, lo hará bien. - Reiner, ella no podía evitar verlo como un enorme peluche que la reconfortaba cuando algo no andaba bien, el chico no era de muchas palabras, pero con ella hasta jugaba al té cuando no conseguían convencer a nadie más, sin embargo, todos terminaban jugando arrepentidos de haberla rechazado en un principio, incluso Levi.

- Buena suerte, Mikasa. - Le deseó Armin con una sonrisa para luego entregarle una manzana, era un pequeño detalle por si le daba hambre en clase, eso hacía él cuando a mitad de clases se le antojaba masticar algo sin olor para no levantar sospechas ni interrumpir con el sonido de un paquete o una lata. La niña hizo una reverencia en señal de agradecimiento y de respeto.

- Ten un buen día. - Marco fue el último en hablar, le regaló una sonrisa y después permitieron que la menor se despidiera de su madre, para luego salir de casa en compañía de su padre. Por ciertos motivos de trabajo, Levi no se encontraba presente aquella mañana soleada.

El camino fue muy corto, o así lo sintió la azabache, que por supuesto viajaba en un auto ultimo modelo que llamó la atención de todos los estudiantes y personas que se encontraban cerca, puesto que rara vez un auto de ese estilo llegaba hasta allí, eso solamente podía significar dos cosas, o se trataba de alguien relacionado con la familia Ral, o de alguien relacionado con la familia Smith, y efectivamente, la familia Smith había regresado luego de un par de años.