Pretty Little Girl

Where do babies come from?

'Mami... Tengo una pregunta
Mami...  Quiero saber
¿De dónde vienen los bebés?'

Esa chiquilla sacaba su parte más oscura, por así decirlo, su instinto masculino y en un dos por tres hacía añicos su autocontrol, el cual fue firmemente forjado durante mucho tiempo. Jamás pensó que Eren tenía  razón en que se vería relacionado de cierta forma con Mikasa, la hermosa Mikasa. 

Sus grandes manos recorrían la femenina silueta que cualquier persona creería fue hecha a mano por dioses griegos, o mejor dicho por dietas controladas y ejercicio levemente excesivo. Escuchó a la elegante señorita gemir suavemente su nombre y eso no lograba otra cosa que aumentar su excitación y la presión que se llevaba a cabo en su entrepierna. 

'¿Es que vienen del arcoiris y el amor?
Mami, mami, dime por favor
¿De dónde vienen realmente los bebés?'

El chico rubio, llevaba actualmente el cabello atado en una pequeña coleta, detalle que evitaba que su apariencia fuera la de un chico pequeño y realsaba sus dotes masculinos, sus brazos buen formados, su espalda ancha, sus manos realmente atractivas, el torso bien marcado, la clavícula comodamente visible y de la cintura para abajo ya no podía ver, pues el pantalón le estorbaba, bueno, todos estos eran pensamientos propios de la azabache, quien buscando más el cuerpo ajeno se dedicó a deslizar su mano hasta el cierre del pantalón con el único objetivo de colar sus femeninas manos y dibujar circulos sobre el miembro de Armin.

'Vienen de los chicos que gustan de sentarse en tu trasero...
Vienen de las chicas que quieren crecer demasiado pronto'

Mientras ella se encargaba de torturarlo un poco, él decidió retirar en primer lugar la camisa blanca que pertenecía al uniforme de la chica, ni tan lento ni tan pronto, a su debido momento y se deleitó al encontrar el sostén de encaje negro que atrapaba los senos de su victima.
Retiró también este y llevó su mano derecha en dirección al pezón izquierdo de la chica para pellizcarlo con cuidado mientras saboreaba el derecho y jugaba con su lengua, acción que provocó jadeos en la de de ojos grises. El refugio de Armin a las dos de la mañana cuando los sirvientes dormían al otro lado de la casa, y sus hermanos se habían ido de fiesta era perfecto para hacer travesuras. 

'Vienen de los gritos, peleas y compensas con sexo
Vienen de pequeñas niñas...
Como tú.'

Al terminar de jugar con los pequeños y rosados botones, se dirigió hasta su boca, en donde plantó un apasionado beso sobre sus hinchados y rojos labios, se sentían tan suaves y tan perfectos ante el tacto de un beso húmedo como aquel.
Mientras aquello sucedía, las curiosas manos de Armin bajaron el cierre de la falda tableada para poder retirarla con facilidad, estaban casi iguales, a diferencia de una prenda, que no duró mucho tiempo en su lugar, pues la chica se alejó sensualmente para demandar que este fuese retirado al igual que la ropa interior del rubio, quien obedeció para satisfacer la mirada lujuriosa de su querida hermana por adopción.

La recostó con cuidado sobre la alfombra y se recostó sobre sus caderas exactamente curvas a la par, perfectas, divinas, de princesa. Tomó con los dientes el borde de aquella última barrera hecha de encaje a juego con su olvidado sostén para comenzar a bajar, retirando con picardía lo único que le impedía tocar el lugar más delicado y dulce de Mikasa. 

'Papi... ¿De dónde vienen los pequeños bebés? 
Papi dice que vienen del cielo, pero...
Nunca me explica cuando preguntó
¿por qué?'

Con cuidado, el chico separó las piernas de la chica, que por cierro eran más blancas que la leche misma, para poder acomodar su rostro entre ellas y utilizar su bien entrenada lengua para ingresar en la intimidad ya húmeda de su acompañante, quien no evitó para nada un sonoro gemido, no le daba vergüenza, esa época de pudor ya había pasado.