Tras la quinta vez que la grabadora de voz atendió a su llamado, decidió lanzar el móvil a la cama repleto de furia. El bíceps se le hincha con sencillez ante la fuerza aplicada y los músculos que ya estaban tonificados a causa del ejercicio por los arduos entrenamientos del equipo que le había hecho fallar al amor de su vida en la presentación más importante. Se echa el cabello hacia atrás con desespero, deslizando sus dedos por entre las hebras castañas, pensando con premura en la forma que tenía para arreglar este gran y complicado embrollo.
Aún recordaba las salinas lágrimas recorriendo los delgados y acentuados pómulos de Noah bañados en sus ácidas lágrimas, las cuales al parecer habían estado resbalando por los mismos surcos durante algunas horas previas a su llegada al departamento con un gran ramo de rosas y un oso de peluche, los cuales terminaron botados en la basura entre gritos desesperados y más llanto. Al final, la pequeña figura de la chica salió por la puerta principal con dos maletas y dos peluches, pues no pudo cargar la gran parte que Styles una vez le regaló.
— ¡Mierda! —Vocifera golpeando con su antebrazo las cosas sobre el buró, la mayoría siendo cosas de cerámica o algunos objetos de maquillaje de Noah. Todo cae súbitamente al suelo. — ¡Mierda, mierda! —Brama nuevamente, golpeando el mueve con sus fuertes puños, la mandíbula tensa y los dientes amenazando con trozarse entre ellos mismos por culpa de la presión ejercida.
Se había ocupado con la filmación de un anuncio importante para el equipo, una de las tantas marcas que los promocionaban había programado para ese día y él ni siquiera se había acordado de ello, ni mencionar que en su cabeza sólo había estado la obra de Noah en toda la semana. Hasta el momento en que le notificaron la situación, no tuvo tiempo ni el coraje de hablarle a su chica y avisar de la situación. Fue un cobarde y sobre todo un poco hombre que no pudo cumplir con su palabra. Ahora la extrañaba pero ella no contestaba sus mensajes ni las llamadas.
Podría considerarse un berrinche de la menor o una simple muestra de cuán consentida la tenía, pero él era consciente desde que recibió aquel papel protagónico, de la importancia que tenía la obra para la carrera de Noah. La manera en que saltaba de un lado a otro por toda la casa con esa gran sonrisa que le hinchaba las mejillas sonrojadas, hasta que le vio desde el final del pasillo y corrió. Corrió tanto como sus piernas pudieron impulsarse para abalanzarse a los deseados brazos tatuados que le recibieron con fervor y le ajustaron entre ellos con tal fuerza, comprendiendo la dicha de la chiquilla. Su felicidad se había vuelto propia, así como su llanto, así como su enojo.
Ella había penetrado en lo más profundo de él.
Nuevamente camina con desespero hacia donde el pequeño teléfono había estrellado, cogiendo el aparato para intentar nuevamente entablar comunicación con su niña, con la razón de sus suspiros y su malestar actual. Le había decepcionado, de eso era consciente, ni siquiera podía perdonarse él mismo por haber provocado el llanto del que tantas veces había sido enemigo y ahora tan sólo aparentaba el haberse convertido en un aliado. Le dolía ser el motivo por el cual su niña lloraba, tal vez ahora con la decepción y el coraje dominando sus sentidos, tal vez sólo decepción.
Es hasta el tercer toque que la llamada vuelve a rebotar y la frustración lo hace de igual forma con su cuerpo, tirando el móvil violentamente a la cama.
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Ballet & Flowers [h.s. -Short fic]
FanfictionHarry Styles es un destacable jugador de Green Bay, novio de la artística bailarina de ballet: Noah Rosewood. Su larga relación se había mantenido estable, hasta el punto en que los obstáculos comienzan a crecer entre ambos y las dudas se vuelven in...