Capítulo 26 - "Overdose"

31 6 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cómo podían haberse creído las ilusiones, aunque no podía culparlos su corazón los dirigió, sinceramente pensé que habían superado el sufrimiento que invade sus almas pero parece que sus mentes todavía son azotadas por los recuerdos, la ironía de saber que siempre temí ser la menos fuerte, la más débil, la sumisa, la tímida pero ahora sé que soy algo muy diferente que esto...soy valiente, soy aquella persona que lucha por lo que quiere, que protege a los que ama sin saber que pasará después o que consecuencias habrá, me alegro haber hecho este viaje, me alegra saber que hice amigos para toda la vida, me reconforta saber que mis padres siguen conmigo no estarán en físico pero están en mi corazón y eso es lo único que necesito, había superado tantos problemas que ahora cualquier cosa me da igual, siento tanta furia que mi cuerpo se fortalece de ello. 

                –Creo que llegó la hora de intentarlo –insinué esperando que Anker me contradijera pero él...ya no estaba.

Aunque sentía que no estaba preparada para hacerlo manipulé un poco de fuego, más bien unas enorme llamaradas, con las cuales evapore poco a poco el manantial. Después de unos minutos había dejado ese lago completamente seco pero aún no encontraba lo que buscaba. ¿Por qué sentía esto? ¿Cómo se llamaba? Me había acostumbrado a tenerlos cerca que ahora cualquier mínima desaparición me afecta, recuerdo aun cuando aquella persona se comprometió a nunca más alejarse, a jamás dejarme sin su calor y ahora con que me quedé...solo sus borrosos recuerdos. Duele lo sé pero uno no puede hacer nada más si esta en este punto, la sirena se los había llevado ¿A dónde?, eso era lo que quería saber, mi alma susurraba pequeños secretos a mi mente el cual sin mucha piedad los clavaba en mi pobre corazón, ¿Por qué el destino era tan malo conmigo? ¿Qué he hecho para merecer esto? ¿Acaso no fui justa? ¿Me deje llevar por la influencia de otros? No lo sabía estaba completamente en blanco. Ahora lo único que me ha quedado que ellos es su sola presencia fugaz, no pude hacer nada...aunque me sienta fuerte siempre la vida me tiene que colocar enemigos o catástrofes las cuales no puedo manejar.

Tantos sentimientos unidos por el solo vínculo del pensamiento, mi alma, mi corazón incluso mi mente me pedía a gritos que los liberara ¿Pero eso era lo que yo necesitaba? ¿Liberarlos? ¿No sería más bien liberarme de ellos?.

                –¡Qué me pasa yo no soy así! –grité escuchando solo mi frío eco viniendo de regreso – De pronto solo quería llorar y arremeter con cualquiera que se colocara en mi camino, habían desaparecido sin mero rastro.

¿Cómo podría salvarlos? ¿Cómo podría salvarme?, nunca en mi vida me había cuestionado tanto a mí misma, siempre logré pensar que lo que yo hacía no merecía aceptación de nadie, si lo hacía era porque me apetecía y nadie podía decir lo contrario...hasta que ellos llegaron a mí, me enseñaron tantas cosas como la amistad, el amor, la sinceridad, la piedad, el honor, el carisma, la hermandad, la fiereza, la valentía, tantas otras más que se me hacía infinito seguir explicándolas.

Sentí como una gota de rocía se deslizó por una hoja del inmenso árbol la cual se unió con mis lágrimas, eso hizo Anker en mi vida...se unió a mí, no solo por qué de mí dependía que él siguiera vivo, sino más bien era porque él había encontrado el amor conmigo ¿Por qué tantos sentimientos? ¿Por qué tantas cuestiones? ¿Existe en mi amor? ¿Debería ir tras él? Un fuerte ruido despertó mis sentidos adormecidos ¿De quién era esa silueta tan curvada y delgada?.

                –Oye Néreya creo que tu voz sí que la adormeció –insinuó aquella silueta.

                –Solo esta alucinando...cómo no iba a caer en mis manos nadie se resiste a mis encantos ni siquiera este hermoso príncipe dragón –dijo la tal Néreya, mis ojos estaban completamente nublados no podía ver solo escuchar.

                 –¡Violet! ¡¿Qué le has hecho?! ¡Era Anker!–.

                 –¡Silencio! No te preocupes ella ya no nos molestará más, ahora debemos irnos quiero conocerte a fondo... -fue lo último que escuche antes de que me golpearan otra vez.


Lost In Your Eyes - [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora