CAPITULO 5

38 3 5
                                    


Aun no puedo creer que sea yo el hombre que acaba de salir de ese café como un novio celoso, cuando ni siquiera conozco a la chava, cuando no se ni su nombre. Pero por otro lado ni yo mismo puedo explicar lo que sentí, yo no suelo hablarles bonito a las mujeres, y me permitió que coqueteara con ella, teniendo novio, ¿y si no es su novio?, ¡joder! Porque siempre tengo que echar todo a perder, ni siquiera le di tempo a que se explicara. ¿Y si regreso?, no seguro ha de estar pensando que soy un sicópata, ¿Quién arma una escena de celos y sin conocer a la persona?, solo a mí me pasa esto. O tal vez si la conozco, y no lo recuerdo, porque de otra manera no sé cómo explicar esa comodidad, esa familiaridad que sentí al estar conversando con ella, y ahora, posiblemente no volveré a verla.

Dejo a un lado todos esos pensamientos y me dirijo hacia la facultad, ya me salte dos clases y eso no es bueno, ¡me van a matar!

Cuando llego me encuentro con Isabela que seguro está esperándome, ella creo que estudia aun el instituto pero siempre que puede viene a “acosarme” si se puede decir así, le he dicho mil veces que no me interesa tener nada con ella, pero tal parece que es masoquista la niña.

-¡Cariño!, llevo rato esperándote, me dijeron que fuiste por un café, pero parece que en realidad fuiste hacerlo –me dice con esa vos tan chillona que solo ella puede tener.

-Sí, me encontré con un amigo y charlamos un poco –no puedo ni mencionarle que conocí a una chava porque me atacaría a preguntas.

-Si entiendo, ¿y que harás hoy?, estaba pensando que podríamos ir al cine –me dice acercándose demasiado a mí.

-No creo poder Isabela, mi padre me pidió que le ayudara con algo de la empresa y también tengo tocad con la banda.

-Bien, tú te lo pierdes –dice soltando mi hombro y caminando lejos de mi pavoneando sus caderas, no voy a negar que está muy buena, pero sinceramente no me gustan las mujeres así, yo soy más de conquistarlas, no suelo decir palabras “lindas” pero me gusta ser yo el que tenga que rogarles no ellas, y no ellas  a mí.






**********




-Y bien Alex, ¿Qué es lo que tienes que decirme?

-¿Qué pasa Sammy?, ¿Quién era he?

-Nada, yo… no se –ese es el problema que no se quien era.

-Bien me alegro, porque… -hace un ruido de suspenso –¿recuerdas ayer que subiste a cantar en el karaoke? –niego con la cabeza, la verdad no –bien pues lo hiciste, e increíble por cierto.

-A ver, Alex no, no recuerdo nada, es mas no se de que me estás hablando.
-¿es enserio?

-Si

-Mira, ayer después de que te fuiste bailar con Melly anunciaron que…

Y así me explica cómo fue que sucedió que me subí a cantar, cosa que según me dice lo hice bien, toda la gente le gusto, y cuando me baje del escenario querían que cantara otra pero no lo hice. Entonces me cuenta que al dueño del lugar también le gusto como lo hice, y ¡quiere que cante los viernes en la noche!

-¿¡que!? A ver habla más despacio, creo que no escuche bien.

-No claro que escuchaste bien, quiere que cantes los viernes en la noche –me dice sonriendo.

-Pero… ¿Cómo voy hacerlo?

-¿Cómo que como? Pues como tú sabes hacerlo –dice como si fuera lo más obvio del mundo.

-Es decir, tu sabes cómo me pongo cuando intento cantar enfrente de alguien –y lo digo enserio, aun no logro comprender como fue que hice eso.

-Lo sé, pero vas a cantar con un antifaz, lo se soy increíble –toca su cabello como modelo de televisión.

-Pero…

-Pero nada, le dije que sí y no me vas hacer quedar mal Samantha Brooks.

No sé, francamente no se ni que decir, esto es algo grandioso, es una oportunidad de perder el miedo, de que alguien más aprecie mi talento, pero ¿y si fallo?, ¿y si a la gente no le gusta?, son muchas dudas, la verdad es que yo soy muy insegura, son pocas las personas que me han escuchado cantar, me gustaría superar este miedo, y lo voy hacer, lo hare, lo hare porque me lo merezco, merezco esto.

-Bien.

-¿Bien?, ¿Acaso has dicho bien? –si te entiendo Max hasta yo estoy sorprendida.

-Sí, lo voy hacer, tengo que superar todas mis inseguridades, y que mejor forma de hacerlo que esta.

Entonces lo próximo no lo veo venir, me abraza, Alex me abraza.

-Estoy orgulloso de ti Sammy, ¿te admiro, sabes?.

Siento que me queman los ojos, que quieren salir unas cuantas lágrimas, pero no, hoy no, lo abrazo de vuelta y una vez que nos separamos coincidimos en regresar de la escuela, creo que ya os saltamos varias clases.
Pero estoy feliz, porque hoy que dije que sí, empieza algo nuevo, hoy me decidí a comenzar de nuevo, hacer otra Samantha, y estoy orgullosa de esa decisión, estoy orgullosa de mi.

Al llegar al instituto, ¡Dios! creí que hoy iba hacer un buen día, y tengo que encontrármela, ¿por que?, no es que me lleve mal con todo mundo, pero realmente tengo motivos por los que ella me cae mal. Ella fue la causante de que todo mundo dijera y pensara que yo era la culpable de lo que le sucedió a mis padres. Y hasta la fecha no logro comprender porque lo hizo eramos tan buenas amigas, y un día así sin mas, se alejo de mi, así que aparte de lastimarme por su ida, me lastimo aun mas que haya dicho todas esas mentiras de mi, yo siento que no lo merecía ni lo merezco, fui una buena amiga, siempre la ayude cuando me necesito, ¿y me pago así?

-Pero miren a quien tenemos aquí, es la huerfanita, ¿ya superaste a tus papis Sammy?.

-Ojala y nunca pases por lo mismo, porque creeme, te vas a tragar tus palabras...



Sin conocer tu nombre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora