Alone together. [3era. temporada]

Capítulo 1. "Una mirada hacia el pasado"

Hace cuatro años atrás. 

Las esperanzas se caían, destrozaban mi corazón. Me preguntaba cuando la noche terminará, ¿se llevaría con ella mi sufrimiento? Esperaba que lo hiciera, pero no podía engañar a nadie. No podía recuperarme sin antes dar a luz, sin antes saber el estado de mi bebé. Mi hermoso hijo.

Podía escuchar los pasos de las personas fuera de mi habitación. El silencio era mi mejor aliado, aunque se había convertido en mi peor miedo, y justamente vivía con él. 

La habitación fue iluminada por una pequeña luz, giré mi rostro hasta la puerta, donde provenía. Su silueta se dibujaba bien ahí. La luz le favorecía. Jamás había sentido tanto miedo, ni siquiera a morir, como a él. 

-¿Cómo te sientes? - preguntó mientras acomodaba sus gafas. Bufe molesta. 

-¿Cómo se supone que debo de estar?  - pregunté. 

-No debes mostrar tu enojo, no es una buena manera de agradarme. - 

-Como sea- 

-Annel, tenemos que hablar de algo. - susurró mientras tomaba asiento a mi lado. 

-¿Cuánto empeoró? - pregunte con el miedo en mis palabras.

-Necesitas tratamiento, sé que quieres que tu hijo nazca pero- lo interrumpí.

-Nada doctor, este bebé nacera, solamente faltan un mes - susurré mientras tocaba suavemente mi vientre abultado. Sentí una pequeña patada -Él tiene que vivir, tiene que ser como lo planee, tiene que vivir- repetí. 

-Annel, escuchame- exigió el doctor. Mis lagrimas me traicionaban y mostraban lo debil que estaba, lo complicado que era mi vida. Todo dolía, pero no me importaba el dolor físico, hace mucho que ese dolor era reemplazado por el dolor de mi corazón. 

Le miré, él no era muy diferente a mi tío, entendía porque le caía bien. Asentí levemente. 

-Existe una oportunidad de curarte. Pero, tenemos que acelerar ese parto. 

¿Escuchaba bien? Sus palabras parecían jugar conmigo, me hacían tanto daño. 

Pero, el miedo ¿es bueno, no? Existía una oportunidad para aliviar mi dolor, y poder ver crecer a mi bebe. De poder recuperar los sentimientos de Ashton, de que mi padre no se quedará solo. Una felicidad inundaba mi interior, pero a quien engañaba, rápidamente esa satisfacción, se alejó, huyo de mi. Y en su lugar, llegó el sarcasmo. Como mecanismo de defensa. El miedo estaba de nuevo presente, mis esperanzas que habían sido revividas, ya se inundaban en mis lágrimas saladas. De pronto todo se nubló. No quería escuchar esa noticia. No quería falsas esperanzas. Me las dieron cuando cumplí mis doce años. Y ahora, ya no creía en nadie. No quería que papá escuchase, ni mi tío. No quería falsas esperanzas para ellos, no se merecían que después, fallara esa oportunidad, y ellos terminarán con el corazón roto. Me había costado que aceptarán mi decisión, y ahora que lo había conseguido, no quería nada. No, no y no. 

-Doctor, escucheme, quiero que esto solo quede entre nosotros. -El doctor me miró fijamente. Y asintió. - Soy su paciente y usted debe respetar mis peticiones y deseos. No le dirá a nadie de esta oportunidad. Adelantaremos este parto. Sea como sea, mi doctora ya había dicho que faltaba poco. Usted hablará con ella, y arreglaremos esto. Cuando de a luz, usted dirá que fallecía en la sala, y proseguirá con mi operación. Para el mundo, ese día moriré, al fin de cuentas, es lo que se espera.

-¿Qué ocurre si usted sobrevive? - 

Y de repente desperté. ¿Qué pasaba si realmente me salvavá? Podía vivir, pero se suponía que estaba muerta. Estaría sola. 

-Será una consecuencia que tendré que pagar.