No te dejaré solo

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El sonido del agua cayendo desde la cascada sonaba con tambores anunciando el pronto ataque, el agua corría con violencia mientras se alejaba a paso lento por el rio en su base y llevando piedra y todo lo que el agua podía tener en su caudal. Miro que en el viejo risco nadie esperaba como de costumbre, aquel hombre de largos cabellos negros no se encontraba, pero su cosmos se encontraba impreso en el ambiente, llevándolo por los caminos hasta una pequeña cabaña.

El pelinaranja miro con intriga entrando a la pequeña cabaña, donde lo que parecía una reunión de santos de Athena se llevaban a cabo, tres santos de bronce y un santo dorado, aunque siempre él quiso ver a dos de los santos de bronce portando las armaduras de oro de sus maestros, después de todos estos se la habían heredado. Se quitó la capucha que le había impedido mojarse mientras miraba intrigado aquella afamada reunión-

 Se quitó la capucha que le había impedido mojarse mientras miraba intrigado aquella afamada reunión-

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—Seiya, Shiryu, Hyoga, Shun—exclamó mirándolos sonreír.

—Kiki— exclamaron todos acercándose a saludarlos.

—El tiempo pasa y se ven igual que la última vez que los vi.

—Lo mismo digo, Kiki, sigues siendo el mismo de siempre.

— ¿Qué hacen aquí? Shun te pensé en algún poblado curando enfermos con escasos recursos, Hyoga te hacía en Siberia y Seiya, te hacía con Saori.

—Saori se quedó con Tatsumi en el santuario, quieren hacer al enano caminar por las doce casas, están a salvo en el templo de Athena— sonrió Seiya con burla. — Deberían ver a Saori, sonríe de ver a Koga en sus brazos, lo ama, yo no le veo el chiste al mocoso.

—Seiya, no hables así— le recrimino el santo de Andrómeda. — No sabes lo que yo daría por tener un hijo, al menos tú tienes a Koga, puedes acurrucarlo en tus brazos, hacerlo caminar, debes estar feliz de despertar cada mañana escuchándolo.

—Odio cuando llora, ¿Alegrarme cada mañana? Shun, solo llora, come, se ensucia y hay que encargarse de ello todo el tiempo, menos mal tengo a Tatsumi, yo solo protejo a Saori, en lo que a mí me concierne no es mi hijo, aunque Saori lo crie como suyo.

Nos Conocemos de NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora