Te llevo en mi corazón(Lysandro x Sucrette)

Capítulo 21: A previas

(Lysandro)

Los días pasaron y mañana es víspera de Navidad, me duele todo el cuerpo por los duros ejercicios y Alexy no mintió cuando dijo que la sala iba a parecer el polo norte, mando a comprar un montón de adornos y hay hasta un árbol de Navidad junto a un gran muñeco de nieve; me quedé impresionado al ver la sala, estaba demasiado decorada, sin duda Alexy es el mejor, quiso hacer vestuarios para nosotros, pero lo detuvimos. Por otro lado los chicos conocieron a Peter y les agradó, cuando Angela les contó su historia todos no pudieron evitar la tristeza, pero ella les dijo que no pierdan las esperanzas.

Ya cayó la noche y ahora estoy descansando mañana será un día largo.

-Lysandro- Angela entro en la habitación

-Angela...¿Qué paso?

-No nada...solo quise venir a verte un rato...¿Ya estás mejor? La rehabilitación te ha dejado exhausto

-Si...bueno me duelen los hombros y las piernas un poco

-Espera- se acercó a mi 

-Eh...- se colocó detrás mío y empezó hacer un masaje en mis hombros

-¿Mejor?- se sentía bien, el dolor disminuía

-Si...gracias- me soltó- Haces buenos masajes

-¿Enserio? ja ja que bueno que haya funcionado- su sonrisa es demasiado hermosa, me encanta verla feliz, nos quedamos mirando el uno al otro durante unos minutos

-Bueno...tengo que irme a dormir...Buenas noches- 

-S-si...buenas noches

-Lysandro...mañana será un día grandioso- dijo y salió de la habitación, si está ella...yo se que va a ser grandioso

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(Angela)

Salí de la habitación de Lysandro, mañana será un día muy largo, así que tomaré la medicación hoy. Busqué a Sebastián y le dije lo que quería hacer, su semblante cambio repentinamente, pero  aceptó mi petición.

-Sabes que esto es peligroso ¿no?, no es bueno aplicarte la medicación de todo un día en una noche.

- Lo sé...pero mañana no podré hacerlo y si quiero que mi enfermedad no estorbe, es la única opción que me queda.

-No te detendré, solo quiero que sepas que  ya es hora de que les digas lo que tienes.

-Lo sé,  Sebastián- susurré

-Mi Angela, mi pequeña Angela- me abrazó- No tienes nada que temer, yo estaré contigo ¿si?- me dijo, depositando un beso en mi cabeza.

-Si...gracias- las ganas de llorar no me faltaban, pero sabía que tenía que ser fuerte, le he causado mucho sufrimiento a Sebastián, no quiero seguir haciéndolo

-Bien, anda recuéstate en la camilla- Sebastián llamó a los enfermeros y me llevaron hacia la sala de quimioterapia, vino el oncólogo y me pusieron las vías endovenosas y me quedé esperando, sentía claramente como mi cuerpo se debilitaba, esta era mi segunda vez. Cuando ya termino me llevaron a mi habitación y ahí me quede junto a Sebastián, no sé en que momento me quedé dormida. Tuve un sueño, era yo, estaba sana y vivía una vida normal, iba a la escuela, salía con amigas, todo era feliz, hasta que desperté y comprendí que los sueño son solo eso, sueños, pero yo no me doy por vencida tan fácilmente, aún estoy viva, aún puedo hacer las cosas que quiero hacer. Gregorio-san me dijo algo "que sea feliz" y eso es lo que hago, ser feliz.