Capítulo cuarenta y nueve «miedo pt2»

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«♪»


Tomó, emocionado, su mochila y se despidió rápido de su madre. Afuera SeokJin la esperaba con su mochila perfectamente colocada.

¿Listo? —JiMin asintió— ¿Llevas todo? —Volvió a asentir— Ok.

Tomaron un taxi, pues SeokJin afirmaba que debía llegar temprano para tener ese asiento que siempre le gustaba, justo en medio, donde estaba lo suficientemente alejado para poder distraerse si lo necesitaba, pero lo justamente cerca para prestar atención si es que el bullicio de otros compañeros no se lo permitían. Le dejó en la entrada viéndole trotar mientras se aceraba al mayor para abrazarle por el cuello, sonrió por ver a su hermano tan tranquilo y sereno junto a su pareja.

Sí, aun le era un poco difícil de asimilar, pues sentía que el corazón llegaba hasta su garganta cuando les notaba abrazándose, la parte más serena y consciente de él, le decía que YoonGi no era alguien que lastimara a su hermano, pues bien le había ayudado en muchísimas cosas... no sólo de aprendizaje motor o lingüístico, sino también respecto a sus sentimientos. Aunque ya habían pasado unas semanas desde el inicio de clases con esa misma rutina; verse durante las mismas clases para irse a su casa, para infortunio de ambos el fin de semana no se habían visto, por lo que soportó a su pequeño hermano abriendo la puerta de su cuarto a cada instante preguntando si YoonGi ya había marcado...

Eh~ te estás yendo... sin siquiera saludarme. —habló una voz detrás de él.

NamJoon. —SeokJin sonrió un poco y caminó hasta él para abrazarle.

¿Por qué no te preocupaste por mí? —Puchereó el más alto.

Claro que me preocupé. —Sonrió el mayor.

Mentiroso... ni un mensaje diciendo "buenos días, amor" para, al final, ni siquiera saludarme cuando vienes a mi facultad. —Suspiró.

SeokJin sonrió y tomó el rostro de NamJoon... en ese instante su sonrisa desapareció. NamJoon solía ser una persona alegre, bromista, siempre reía de él mismo y de los demás con facilidad, sin embargo, todo lo que percibió en esos ojos cristalinos fue que esas palabras, que salieron con intensión bromista, habían sido verdad. Acarició sus mejillas con sus pulgares, delineándolas hasta el borde de sus, no tan notorias, ojeras.

Está bien... no quise decir eso, perdón. —NamJoon pareció adivinar sus pensamientos, pues al ver desaparecer la sonrisa que le estaba recibiendo supo que no debió mencionar nada.

Es que sí, el fin de semana revisó su celular esperanzado, no quiso mandar un solo mensaje, pues esperaba que SeokJin lo hiciera al no ver ninguno en su celular —siendo más común que NamJoon le mandase un "buenos días"—, sin embargo sus sentimientos habían salido verdaderos, últimamente estaba doliendo más besar a SeokJin, claro que amaba salir con él, amaba sus besos, amaba sus caricias... sin embargo lo que estaba resultando difícil era tener que hacer todo ello solo... esperaba poder resistir, pero ser siempre el que le busca, el que pide, el que abraza y el que menciona... estaba comenzando a agotarle. Esperaba que al menos el mayor se acordara de él ese fin de semana, pues un simple mensaje le habría dado fuerzas para seguir así varios meses más.

NamJoon... —SeokJin trató de hablar.

Lo sé, estabas ocupado y todo eso... —NamJoon quitó las manos de SeokJin de su rostro— supongo que tienes clases, yo también... nos vemos... —cortó la frase que usualmente venía acompañada con un "más tarde" para simplemente levantar los hombros— después...

guardian angel ›› ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora