¡Maldito vecino! (Yaoi)

Capítulo 14: ¿Reconciliación?

AIDEN POV

Justo cuando estaba a punto de invitar a Noah para ir a un karaoke mi teléfono sonó y la que llamaba no era mas que Lidia. Al parecer quería hablar conmigo y yo sé de qué. Miré a Noah que se encontraba concentrado mirando el río.

—Ya debo irme —dije no muy convencido de mis propias palabras.

—Espero te vaya bien con Lidia...

Su voz había sido lo mas falso que nunca oí. Pero no me sorprendía, tenía entendido que él odiaba a Lidia, pero nunca quise buscar la razón de ello, seguramente por miedo a saber la respuesta.

—Muy bien. Entonces nos vemos más tarde —susurré con simpleza antes de comenzar a caminar. No recibí respuesta por su parte, lo cual me hizo intuir que ya nada quería hablar conmigo.

Había sido algo muy raro lo que tuvimos hace unos minutos. Definitivamente no tenía pensado decirle a él que me gustaba cantar, y que lo hacía. Ni a Kendal le había comentado de eso.

Suspiré sacudiendo mi pelo en busca de calma, la cual se me había perdido de un momento a otro por recordar todo eso. ¿Y si tenía razón? ¿Cantar yo bien? No lo creo...
Oh bueno tal vez si, pero no tengo asegurado que mis padres acepten eso de mí.

Minutos después ya me encontraba cerca de la casa de Lidia, no tarde mucho en llegar hasta ahí y tocar la puerta y esperar. La verdad si quería que me perdonara y entendiera bien las cosas.  La puerta se abrió y me recibió con una sonrisa de pena.

—¡Aiden! —se lanzó sobre mí y comenzó a abrazarme como nunca. No estaba seguro si responder o no—. Lamento todo lo que dije en serio. No debí, esque estaba celosa se Noah y eso es estúpido porque sé que no te fijarías en él.

Sorprendido, estaba sorprendido por sus palabras. Mi boca se sentía seca por no saber que pronunciar. Debería estar feliz porque ya estaría bien con ella ¿no? Pero... porque no siento esa felicidad que creía.

—L-Lidia... me estás apretando mucho —musité tratando de apartarla.

—Oh lo siento. —Se separó pasandose las manos por los ojos que lloraban un poco—. Entiendo si estás enojado por entender las cosas de esa manera... no debí y me vuelvo a disculpar.

—No te preocupes.

—¿Eh?

—Te perdono Lidia. Sabes que te amo —me acerqué a ella y la tomé en mis brazos—, no puedo enojarme contigo.

Por qué...

¿Por qué siento que le estoy mintiendo?

—Oh, Aiden —se aferró a mi de igual manera abrazándome, y sollozando levemente.

—Lidia...

Ella se dispuso a mirarme con anhelo, pidiendome con esa mirada a que me quedara con ella, pero yo, yo no sabía si era buena idea. Estaba confundido, mi cabeza estaba en un debate, y el saber por qué le causaba escalofríos a mi cuerpo.

—Quedate está noche... mis padres no vendrán hasta mañana —Y entonces hablo. Yo sabía a la percepción que quería darme a entender con eso, sin embargo, ahí estaba nuevamente algo que no me dejaba seguir.

—¿Estás segura? —Susurré soltando un poco el agarre de nuestro abrazo.

—Sí, por favor quedate...

Me miró una vez más, sentí que perdí en el momento en que comencé a besarla y entonces a mi mente llegó aquel sueño que tuve el sábado cuando llegue borracho a casa. Me separé con brusquedad ganándome una mirada inquisitiva de mi novia. ¿Pero cómo no? Si la manera en que me aparte fue como si ella tuviese mal aliento pero no era así... No se trataba de ese recuerdo que llegó a mi mente, el recuerdo de aquel sueño que quiero olvidar.