[Leonard en galería]
Faltaba poco para que mi desgracia comenzará a azotar mi vida, eran las ocho y media de la noche, hora en la que habían quedado para darle de alta a mi peor pesadilla. Sé que es estúpido quejarse de lo fastidioso que es mi vecino después de que yo mismo fui el que lo salvó, pero es que algo dentro de mi no pudo dejar que muriera como si nada.
Suspiré por quinta vez consecutiva, mientras mis ojos se concentraban en ver cualquier cosa que pudiera ofrecer mi celular, ya sea; mensajes, juegos o imágenes. Sin embargo, aquel sentimiento de que Aiden saldría del hospital, estaba ahí presente taladrando mi cabeza. Las únicas ganas que tenía ahora, era poder cerrar los ojos y quedarme completamente dormido para no poder escucharlo entrar a mi habitación. ¡Mi habitación! Porque no podía ser otra, ya que la de huéspedes sería ocupada por los señores Griffin.
Justo en el momento que decidí hacerme el dormido escuché como la puerta de abajo se abría. Supe que había llegado, tenía mi luz encendida así que mis padres sabían que no estaba dormido, y que no me iba a dormir tan rápido.
¡Maldita sea! ¿Por qué no pensé en dormirme antes?
—Cariño —abrió la puerta mi madre haciéndome sobresaltar en el acto.
—¿Si?
—Llegó Aiden, por favor pon el colchón que guardas en el armario para que duerma ahí. En un momento le digo que suba —sonrió alegre al terminar su frase.
No podía decir que lo que se formó en mi cara era una sonrisa también, de todos modos mi madre no pareció darse cuenta de eso porque inmediatamente cerró la puerta dando a entender que no diría nada más. Nisiquiera me preguntaría si estaba cómodo con ese nuevo compañero de habitación.
Con pereza y desánimos, me levanté de la cama y saque el colchón antes mencionado, lo puse en el piso y lo organicé con unas de las peores cobijas que pude encontrar. Mentiría si digo que no me reí diabólicamente cuando hice eso.
Debería ponerle garrapatas... El perro de la calle me colaboraría con eso...
La puerta de abrió sin antes ser tocada y la persona que mas detesto entró por ella. Simplemente ignore su presencia y me di la vuelta en mi cama para intentar dormir. Lo último que quería en esos momentos era que me dijera alguna de sus estupideces. Eso ahora no.
—¿Duermes con la luz encendida? —Fue lo primero que dijo. No respondí y me dediqué a escuchar cada uno de sus movimientos. Cuando sentí un peso cerca de mi cama me asuste—. Sé que no estás dormido...
—No molestes entonces, porque intento dormir.
—Que amargado eres —se burló dando saltos en el colchón.
—Y tu jodes mucho —me levanté mirandolo por primera vez. Tenía vendas en los brazos y algunas curitas en la cara... ¿Por qué hasta herido se ve bien?
—Mi propósito en esta vida, es joderte —dijo desordenando mis cabellos.
Me dio alguna clase de rabia cuando hizo eso, rápidamente aparté su mano y me alejé un poco de él. Su presencia me hacia mal, mucho mal.
—Bueno, mañana será un nuevo día —bostezó—. Además, debo comentarles a todos en el Instituto, que eres mi héroe.
—¡No debí salvarte! —Solté. Metiendo la cabeza en mi almohada, dando por terminado está conversación de una vez.
Después de eso solo escuché risas y movimientos por todas partes, estuve todo el rato tratando de dormir, sin embargo, con tanto ruido no me era posible, además que no sabía que era lo que estaba haciendo el estúpido de Aiden. Quise ignorarlo un poco más pero no pude. El ruido que hacía ya me estaba sacando canas verdes de la ira.
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¡Maldito vecino! (Yaoi)
RomansaNoah parecía tener una vida normal como cualquier joven de 16 años. sin embargo, hay alguien que no le deja vivir en paz, harto Noah decide vengarse a como dé lugar, pero... ¿Sus planes van a salir como quiere? A él no le importa, está dispuesto a v...