NOAH POV.
¿Alguna vez habían pasado por tal vergüenza? Aquella que te dan ganas de desaparecer en ese mismo momento. Pues bien, era exactamente lo que me sucedía. Hace exactamente dos minutos había escapado de una bochornosa situación, mis hormonas se habían descontrolado por solamente tenerlo así de cerca. ¿Podrían culparme? Yo creo que no. Pues el que había disparado mis emociones así habia sido nada más que el pelirrojo desgraciado, que le gustaba joderme cada vez que tenía la oportunidad. Ni una sola dejaba pasar, pero eso era lo que menos me importa. Pues lo peor de todo era que tenía un sentimiento romántico por este mismo. Ahora si era culpable, por gustarme, por haber caído de esa manera en sus encantos.
Sonreí con ironía. Que estúpido. Unos días atrás lo odiaba con todas las fuerzas de mi alma y ahora. Quería matarlo aún pero, también comérmelo a besos.
Que estúpido. Me dije una vez más, entrando al baño a la misma ducha en donde dejé que el agua fría calmara la calentura que tenía mi cuerpo. Mi mente era un poso sin fin de pensamientos que me sumergían en un abismo, un abismo al cual no sabía cómo encontrarle salida.
Patético.
Soy muy débil aún, no he podido tener el valor de sacar esto que está dentro de mi. Y duele. Duele saber que la persona que te gusta no tiene ni un mínimo interés en mi.
—Demonios —Susurré mordiendo mi labio. Cerré la llave cuando ya me sentía aliviado, y tomando la toalla para envolverla en mi cintura, salí del baño.
Me puse un suéter y mis bermudas para luego tomar camino a la cama, en donde me senté y me pasé las manos por la cara. Aburrido, triste, molesto. ¿Qué le habrá pasado a él? No lo dejé entrar cuando llamó a la puerta. Era mala idea hacerlo, pues como me encontraba tal vez podía cometer la locura de confesarle mis sentimientos. Y es que; ni yo mismo podía plantearme la hecho de que me gusta, a sabiendas que antes le dije muchas veces que lo odiaba y que quería que se fuera de mi vida.
Cerré los ojos y dejé que el sueño se apoderara de mi y toda aquella ola de pensamientos que no querían dejarme en paz.
Al final, casi después de media hora pude conciliar el sueño y dormir. Pensando en que explicación le daría mañana a mis amigos por no amanecer con ellos en los colchones.
. . .
Caminaba por las pobladas calles del centro, en camino al gran edificio cerca del distrito doce. Justo ahí se ubicaba el lugar en donde se realizaría la segunda ronda del concurso. Esta vez caminaba solo, concentrando mi vista en ningún lado específico. Pues, no iba a salir de nuevo con Aiden y mucho menos después de lo que pasó.
Suspiré al recordarlo. Por suerte cuando les expliqué (con algunas mentiras) a mis amigos porque no había dormido con ellos abajo, entendieron y no preguntaron nada más. A excepción de Leonard que ese aún no sé cómo le hace para leer mi mente.
Mi hombro chocó unas veces con los peatones que iban de prisa, unos se quejaban, otros no debían nada, otros se disculpaban. Diferentes personalidades... ahí pensé. Mi personalidad es muy contraria a la de ese chico. ¿Por qué me gusta?
Comencé a divagar en pensamientos que siempre me llevaban a la misma respuesta: Por que es él.—¿Noah?
Al oír aquella voz mi cuerpo se tensó por completo. No sabría decir cuánto tiempo exactamente había pasado desde la última vez que lo vi. Si, no hablaba de nadie más que Kendal. ¿Por qué me odias tanto mundo? Lo último que quería era tener otra situación incómoda con un chico. ¿Desde cuando me había vuelto así?
Cuestioné en mi cabeza mientras dirigía mi mirada a Kendal, yacía frente mío con una sonrisa tranquila. Esperaba de corazón que ya no sintiera nada por mi, sin embargo, era complicado creer que yo podría tener esa suerte.
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¡Maldito vecino! (Yaoi)
RomanceNoah parecía tener una vida normal como cualquier joven de 16 años. sin embargo, hay alguien que no le deja vivir en paz, harto Noah decide vengarse a como dé lugar, pero... ¿Sus planes van a salir como quiere? A él no le importa, está dispuesto a v...