C17: La piel de sangre

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Aída.

Habíamos llegado a nuestro destino. Bajamos del avión, y tomamos las pocas cosas que llevábamos con nosotros, no habíamos tenido tiempo de empacar nada, y en estos momentos eso era lo menos importante.

Ya nos dirigíamos a la salida del aeropuerto, cuándo un sujeto topó con Ian provocando que él humano derramará su café sobre el pecho de Ian.

—pardon— se disculpo esté en francés.

—¿Tienes algún problema?— gritó enojado Ian.

—Perdón, no era mi intención— decía en Francés.

—Necesito una camisa tuya. Abre tú maleta— le ordenó Ian al jóven de 20 años.

—Disculpa, no te entiendo

—No traemos maleta, ¿Puede hacerle el favor de prestarle una camisa?— le pregunté en su mismo idioma, a lo que entendió perfectamente.

El hombre asintió y abrió su maleta, buscó alguna playera para Ian y se la entregó.

—Gracias— dijo el híbrido.

Dejamos al chico ahí, y nos dirigimos a los baños del aeropuerto, Ian tenía que vestirse. Lo esperé afuera mientras intentaba contactarme con mi hermana, ella nunca suelta el celular, así que realmente está en peligro.

—Esta algo ajustada..— se quejaba Ian de la playera mientras se cambiaba del otro lado de la puerta.

—Solo vístete, tenemos que ir por mi familia.

Abrió la puerta, se miró un poco al espejo y después me vió a mí.

—¿Me veo bien?

—¿Sinceramente?

—Por supuesto.

—No es tú tipo..— dije mientras lo veía de pies a cabeza.

—¿No lo es? ¿Y cuál sí?

—Ya como sea, hay que irnos— me dí la vuelta pero esté tomó mi brazo.

—¿Me veo bien?

—Ian no empieces..— dije agobiada.

—Solo respóndeme.

—No, no te ves bien.— contesté y me solté de su agarre.

—Me veo encantador— agregó.

Salimos del baño, y  del aeropuerto, para así enseguida tomar un taxi. Me senté en la parte de atrás junto a Ian. Le mencionamos la dirección al taxista, pero pidiéndole que se detuviera unas cuantas calles antes.

—Entonces, ¿Cual era el plan?— preguntó Ian.

—La verdad no lo sé, pero sólo me entregaré que es lo más posible, y tú me ayudarás a matar a esos híbridos.

—Nos harán pedazos..

—Es por eso que hay una bruja ayudándonos.

—¿Una bruja?

—Tengo contactos.

—¿Y en qué nos ayuda?

—Nadie nos podrá hacer daño por determinado tiempo.

—¿Y luego qué?

—Huimos, ó le arrancas el corazón..

—¿Por que no lo haces tú?

—Soy vampiro, no puedo matar a mi señora.

____________

Le pagamos y nos bajamos del auto, estaba demasiado nerviosa, como nunca antes, Ian estaba igual, podía escuchar como su corazón se aceleraba.

—¿Seguro que quieres hacer esto?— le pregunté.

—Matemos a esa perra de princesa.

Tragué saliva, y ambos nos dirigimos al  sitio.

Había dos híbridos cuidando de la puerta, a lo que Ian se lanzó contra uno y le arrancó la cabeza, mientras el otro corrió por mí, penetre su pecho con mi mano y lentamente aplaste su corazón.

Tiramos los cuerpos, y nos saltamos la reja de metal. No hizo falta más segundos cuando una alarma comenzó a sonar por todo él área, estábamos en un patio enorme, con rosas en todos lados.

—Vendran más— murmuró Ian mientras limpiaba sus manos llenas de sangre.

Un híbrido me golpeó el abdomen una y otra vez, pero no sentía algún dolor gracias a la bruja, así que contraataque, vários golpes seguidos en su rostro, y después lo maté. Otro hizo lo mismo, pero esta vez me tomó de los brazos uno, y el otro me golpeaba sin cesar, atacandome con los colmillos y las garras abiertas, salté ágilmente hacía esté, provocando que el otro sujeto me soltará, su mirada estaba llena de odio, se le notaba que anhelaba con matarme, así que yo lo hice primero y tomé su corazón dejándolo caer en el césped.

Tenía gotas de salpicaduras de sangre por el rostro y alguien me había herido en un brazo, pero seguía firmé. Terminé con los otros híbridos al igual que Ian, ya qué a él también lo habían atacado.

La alarma dejó de sonar. No venía otro híbrido, y eso me ponía de nervios. Tragué saliva y le lancé una sonrisa segura a Ian.

Pasamos a la mansión que estaba en el centro, pero no había tantos híbridos, sólo cinco, y yo me imaginaba a cientos.

Dos se lanzaron contra Ian y los otros tres me tomaron de los brazos y me encadenaron, dejándome indefensa, hicieron lo mismo con Ian.

Nos encaminaron al patio trasero, donde pude observar a cientos de híbridos, mis padres y mi hermana,  heridos y encadenados, mientras la Princesa estaba riéndose.

—Perra— murmuré.

—Puedo escucharte— dijo la mujer.

—Ese era el punto.

—Aun lado de la hermana— ordenó está y me empujaron a lado de Soraya.

—Al híbrido, déjenlo por ahí, ahorita lo mataremos.— dijo y pusieron a Ian rodeado de guardias.

La princesa se subió a un escenario de madera.

—El día de hoy, es un acontecimiento muy importante, borraremos el apellido Pierce de la historia.— decía en voz alta mientras los híbridos festejaban.

—Aída será la primera.— dijo y enseguida los guardias que estaban detrás mío, me encaminaron aún lado de la princesa. Está contaba con una espada, donde había sangre escurriendo por el filo. Los sujetos me empujaron provocando que yo cayera de rodillas ante la Princesa.

—Majestad, está es solo nuestra culpa, dejé a nuestras hijas en paz.— suplicaba mi padre.

¿Que había pasado?
¿De que habla?

—Los padres por ayudar a esconder un híbrido—dijo la princesa, los miré confundida, ¿Eso pasó cuando se fueron de viaje?
—la hija Soraya por haber tenido una relación secreta con un hombre lobo— estaba sorprendida, ¿Eso cuándo pasó?
— ¿Y qué decir de la otra? La hija Aída por haber traicionado a su realeza, conviviendo con los Adamson.

—Hay ventajas de convivir con uno— apareció una voz, había sentido un alivió inmenso, los hermanos Adamson estaban ahí.

Gracias ya somos más de 10k leídas ❤
Perdón por tardarme, pero aquí está el capitulo ✋. Hasta la próxima.

Inmortales I: Prisionera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora