Cap I: Recuerdos

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''¡Por favor! ¡Te lo ruego vuelve conmigo! ¡HE CAMBIADO! ¡TÚ ME CAMBIASTE!''

...''Te extraño, pero... ¡NO! No está bien y no creo ¡¿Qué no ves que es tóxico?!''

''¡VEN ACÁ!''

¡BEEP! La alarma, suena siempre a esa hora y la joven Lapis aún no se adapta. Aunque siempre solía dormir mal, estos últimos meses había sido peor, ese sueño ahora era parte de una rutina que hacía que ella no quisiera dormir. Siempre lo mismo, los gritos de Jasper, los suyos y la voz desconocida, la desconcertaban a un punto irritante.

Escuchó los gritos de su madre desde abajo y bajó rápidamente. Los escalones eran lo suficientemente grandes como para no caerse, la casa en sí era bastante amplia y lujosa.

– ¿Acaso no vas a cambiar esa cara larga nunca? – mencionó mientras se sentaba en la mesa

La mujer de alta estatura le lanzó una mirada fría, solían llevarse bien, una relación perfecta entre madre e hija, pero después del ''accidente'' su madre le veía con otros ojos y probablemente esa imagen nunca se borraría de su cabeza. Pero era claro que aún quedaba parte del espíritu y afecto maternal de su parte. El desayuno se veía muy bien, huevos y pan con jugo de naranja, le gustaba comer bien en las mañanas.

Una vez todo listo cerró su mochila y salió al patio donde uno de sus sirvientes le esperaba con el auto encendido y cálido, esta era una de las veces en las que agradecía tanto ser de familia acomodada, no tenía que tomar buses o irse en un jodido furgón escolar lleno de niños pequeños.

Se subió sin dudarlo, saludó al conductor y este respondió con un leve movimiento con su cabeza. Se recostó en el asiento trasero y revisaba su celular con tranquilidad, un mensaje de un contacto desconocido.

>> olle linda pasame fotos ;)

>> a no ya las tengo jajjaj

Seguía sin comprender por qué seguían llegándole mensajes acerca de eso, había sido hace 3 años, realmente debía eliminar ese correo. No pudo evitar llenarse de rabia e impotencia al mismo tiempo, así que lanzó el celular al piso, afortunadamente no se rompió o algo.

Finalmente llegaron a la entrada del colegio, se bajó prepotentemente del auto y ni siquiera se despidió del conductor, este reaccionó preocupado al ver tal violencia por parte de la chica y cerró su puerta con delicadeza.

Al estar frente a frente con el establecimiento inhaló y exhaló buscando calmar tales sentimientos que no le hacían nada bien.

Escuchó unas risas escandalosas y atolondradas a lo lejos. Pudo reconocer fácilmente la primera, Amatista, pero la segunda sonaba mucho más áspera, se giró para ver, una chica de cabello algo corto rubio y con... ¿lentes de seguridad?, eran verdes y combinaban a la perfección con su atuendo. Amatista tomaba a la chica de la cintura la daba vueltas mientras reían y se miraban a los ojos, finalmente la soltó y esta, un poco mareada la abrazó buscando equilibrio. ''¿Amatista tiene novia?'' fue su primera impresión, parecían una bonita pareja. Debía admitirlo, envidiaba completamente esa relación, que ella nunca había tenido, esa relación en la que tu pareja es como tu amigo, tu compañero, alguien que te confiara su lealtad.

La chica era muy diferente a ella, caminaba recta y derecha, parecía delgada y moderada, cuando Amatista decía chistes se reía bajito y a veces paraba para hacer gesticulaciones con las manos, su baja estatura y su apariencia débil hacían de ella adorable. Lapis no pudo evitar acercarse para conocerla. Apresuró el paso y las alcanzó.

– ¡Amatista! ¡Hola! – Se sonrió y la miró con rostro curioso – ¿Eres nueva? No te conocía y conozco a casi todos los de este colegio – mencionó aclarando

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