- Tienes suerte de que a esta hora estén todos en reunión - comentó Peridot, Lapis solo hacía una expresión de duda. - Hubieran hecho el gran escándalo con la psicóloga escolar. Todos estarían ''Esa niñita está loca'' y con sinceridad yo también hubiese tomado esa postura si no fuera porque te conozco y sé que a veces actúas así. Calmada, silenciosa y de repente ¡BAM!, explosión. - Lapis bufó por abajo, Peridot daba la última ronda en la mano, la venda se acababa.
- De todos modos, ¿qué te pasó? - preguntó Peridot, sin duda ansiosa y confusa. No entendía los cambios de humor de Lapis pero los aceptaba, en la mañana estaba de maravilla y ahora parecía haber tenido una crisis.
- ¿Te importa? - respondió Lapis de manera ambigua, con otra consulta a la que Peridot tenía una respuesta muy clara.
- La verdad, no. - dijo separándose y mirándola de pies a cabeza. - Ahgt espérame, conseguiré una escoba y una pala. Aunque tu podrías traer un paño, intenta pasar desapercibida en los baños y ya. - se puso de pie caminando sin dudas hacia el pasillo contrario.
- Espera... Yo puedo simplemente tomarlo con las manos y... guardarlo. - expresó Lapis mientras se levantaba del piso.
- No, está roto en mil. - indicó manteniendo su semblante frío, pero Lapis alzó la voz nuevamente.
- No te estoy preguntando. - aclaró la morena abriendo su bolso y agachándose otra vez, recogiendo la cadena y cada trozo que se encontrase en el piso, con cuidado de no cortarse como lo había hecho al principio. Peridot rodó los ojos y aunque hubiese podido oponerse, en realidad no tenía mucho sentido hacerlo y solo la llevaría a discutir más, así que solo se acercó a ayudarla.
- ¿Tanto quieres esto? Puedes comprar otro, el dinero te sobra. - la respuesta de Lapis a aquella duda de parte de Peridot fue un simple ''sí'', al parecer ignorando la aseveración que seguía.
Una vez terminaron de limpiar casi todo ambas caminaron hacia la puerta principal sin dirigirse ni una palabra, en un silencio que se hacía incómodo para las dos.
Al cruzar la puerta Lapis paró de caminar, Peridot lo notó en seguida y cesó su caminata por los pasillos. Procedió a consultar si ahí era donde ella esperaba, la joven de ojos azulados contestó asintiendo con la cabeza.
- Eres rara - añadió Peridot buscando conversación para poder matar el tiempo, prefería irse después que Lapis, principalmente para asegurarse que estuviese bien.
- Perdón, no es como si tú fueses muy normal. - rió bastante bajo, casi inaudible, pero uno que otro ronquido cambiaba eso.
- Solo mira, usas esos lentes ni siquiera puedo ver tus ojos y no es necesario preguntarte para saber que te gustan esos grupos de música rara y videojuegos, porque tu bolso ya lo revela - sonrió orgullosa de su conclusión, a Peridot le incomodó lo que había dicho de ella, pero le alegraba verla sonreír otra vez, con su nariz y ojos rojos irritados de tanto llorar anteriormente.
Peridot movió sus lentes hacia adelante, y volviéndolos a su lugar nuevamente, inconscientemente cambió de posición su bolso y miró hacia el piso. Lapis aprovechó su distracción y descuido para quitarle los lentes de sus ojos, esta se quejó de inmediato y tapándose los ojos intentó arrebatárselo de sus manos de manera torpe, hasta que ya simplemente abrió los ojos, Lapis se quedó viéndola atónita.
Un ojo distinto a otro, el filtro del lente hacia que se vieran del mismo color, pero en realidad uno de sus ojos no era verde, si no que de un lindo color miel suave y claro. Lapis no podía dejar de ver sus ojos, con gran impresión su mente quedó en modo de pausa, instancia que Peridot aprovechó para quitárselos de sus manos y ponerlos rápidamente en su lugar.
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Hacked
FanficArrepentimiento y culpa, un conjunto de sentimientos agotador para la pobre e insensible Peridot, sabiendo que su víctima sufrió mucho más que ella, siempre se planteó si sus acciones llegarían a tener consecuencias peores que sólo sentimientos e in...