Acto 35

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---Joy POV---

CUANDO salimos de la práctica Aly y yo aún no nos hablábamos, a excepción de lo políticamente debido, Nana no tenía permitido bailar más por el día y yo no había comido nada en las últimas veinticuatro horas. Había hecho la coreografía como la habíamos ensayado y habíamos salido antes de las prácticas, lo que ocurre aproximadamente... nunca, y esta vez solo porque estábamos lesionadas.

Tras cambiarme de ropa y despedirme de todos y me dirigí al aparcamiento donde dejaba siempre la bici. La pobre hacía cinco días que dormía en aquel aparcamiento oscuro y frío. "Hoy" también era su día, nos íbamos de paseo. Me recorrí el largo trecho que separaba mi compañía de la de YG a una velocidad récord pero pasando antes por un súper.

—¿Ya estáis acabando con la práctica? [...] ¿Qué dices...? Espera, no os mováis. [...] ¿Dónde? [...] Es que estoy... ¡Bobby! —grité cuando vi al chico en el callejón contiguo a la calle principal. Aquella era algo así como la entrada súper-trasera. Todos los integrantes de IKON y su mánager se giraron y de pronto un montón de ojos me miraban en la noche desde el fondo de un callejón oscuro. En una palabra: siniestro.

—Hei, Joy.

—Hola a todos —dije poniéndome de pie en la bici mientras cambiaba de posición uno de los pies, poniéndolo al otro lado y haciendo equilibrio mientras me bajaba.

Tras saludar a todo el mundo, que ya conocía, y hablar un rato de cosas banales, Bobby se hizo el loco e hizo que el resto se fuera sin él cuando en realidad seguramente se dirigían a celebrar su cumpleaños. Aunque Bobby era casi un año más pequeño que yo, había sido una de las primeras personas que había conocido cuando llegué a Corea. Cuando pensaba que ya no volvería a vivir mi vida con gusto me encontré trabajando sin parar en algo que me encanta, teniendo muchos amigos, y descubriendo partes de mí que no conocía. Bobby era uno de esos amigos y se merecía un detalle mejor que los helados a medio derretir de la bolsa del súper de la esquina que colgaba del manillar de mi bicicleta.

—Solo quería traerte algo y felicitarte. Así que toma unos helados y unos calcetines y vete que creo que aún te da tiempo a irte a celebrar con los chicos que igualmente ya es tarde y yo tengo que madrugar —dije tendiéndole las bolsas mientras le señalaba a IKON dirigirse a los coches con el mánager. Mentía. No tenía que madrugar porque no pensaba irme a dormir. Haber debutado no significaba que ya no tuviese que ensayar. Y aún estaba ocupada trabajando con la tarjeta SD de HaeJin.

—No te preocupes, van a tardar un rato aún, tienen que hacer la compra. ¿Y qué es todo esto, has dicho calcetines y helados? —dijo Bobby mirando al interior de la bolsa. Había conseguido sacarle una de esas sonrisas que hacen que no se le vean los ojos. Ya sacaba un helado de cono sabor chocolate y caramelo mientras me daba un abrazo de agradecimiento y me dejaba también elegir uno. El de menta era mi favorito. Lo bueno de Bobby y una de las razones por las que me llevaba bien con él era que él también era de Estados Unidos y me entendía perfectamente, sabía lo raro que era tener que ajustarte de pronto a un idioma y cultura nuevos.

—No he tenido tiempo para prepararte nada, lo siento. Los calcetines son mi regalo estrella. Aly odia que le regale calcetines, pero luego siempre se queja que tiene frío en los pies —comenté.

—Los calcetines vale, ¿pero los helados? ¿Has olvidado qué estación del año toca en diciembre? ¿Y dónde está tu abrigo? —Me reí por que se estaba metiendo con mi sudadera de Crossfit, que no practicaba, pero que calentaba muy bien y no pesaba nada, perfecta para montar en bicicleta—. Como mínimo te acompaño un rato.

—No te preocupes he venido en bus y el resto es pan comido. Ya sabes lo que me gusta esta bici.

—Bueno, te acompaño hasta la parada del autobús entonces.

Resiliencia. // BTS x Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora