Resiliencia. // BTS x Reader.

Acto 31

Capítulo 31

---ALY POV---

LAS maletas no me parecieron tan pesadas cuando las hice...hace una semana, a lo mejor fue porque no intenté levantarlas en ese momento, simplemente las empujé con un pie hasta un rincón de la habitación...así que os podéis imaginar la que tuvimos que montar Hyori y yo para bajar las maletas hasta el coche... ¿hace falta que os recuerde que vivimos en un séptimo piso sin ascensor?

—Acabaré tumbando la maleta, montándome encima de ella y usándola de trineo hasta llegar abajo —dije cuando llegamos al cuarto piso.

—Ni se te ocurra, que te veo capaz.

—¿Pero qué demonios llevo aquí?

Me paré en el descansillo entre el cuarto piso y el tercero, me puse de cuclillas frente a la palta y la abrí. Ahora entendía todo. Nada más abrir la maleta lo primero que me encontré fueron paquetes de ramyun y cacerolas con comida... ¿pero qué demonios? Seguramente hice la maleta con el estómago vacío. Hyori miró la maleta abierta incrédula, alzó una ceja y me dedicó esa expresión de "R U fucking kidding me?" que siempre adoptaba cada vez que Joy y yo hacíamos una de las nuestras.

—¿Qué hago? ¿Subo a vaciar media maleta?

—Déjalo aquí mismo, ya pasaré yo a recogerlo cuando vuelva...

—¿Segura?

Hyori parecía exasperada, así que cuando me lanzó cuchillos por los ojos deduje que estaba ya en su límite, que si presionaba un poco más se me caería el cielo encima. Empecé a vaciar parte de la maleta dejando las cacerolas en una esquina del rellano, no pude desprenderme de los paquetes de ramyun... si lo hacía la maleta se me quedaría desequilibrada... era por eso, claramente.

Cuando volví a cerrar la maleta esta pesaba como seis kilos menos.

***

Para cuando llegué a la casa donde se grabaría Roommate ya había oscurecido. Nada más bajarme del coche ya tenía a un par de cámaras grabándome desde una distancia un tanto...invasiva. Hyori me ayudó a sacar las maletas del maletero, me dijo un par de veces que no la cagara y después volvió a subirse al coche.

Vi como el van de la compañía se alejaba hasta que solo podía ver un rastro de la luz roja de los faros traseros. Cuando me quedé completamente sola fui realmente consciente de lo que me esperaba. Noté un nudo en el estómago que se iba haciendo cada vez más grande conforme pasaban los segundos. Llevaba todo el día con los nervios a flor de piel...si seguía mucho tiempo así ya no me haría falta seguir la dieta que Bang PD-Nim me había impuesto.

Cogí las maletas por las asas y tiré de ellas hasta la entrada.

—Que nervios...—dije en voz alta más que nada para la cámara—. ¿Habrá alguien despierto o tendré que esperar en la calle hasta mañana? —bromeé.

Llamé al timbre y esperé a que alguien me contestara.

—¿Sí? —respondió una voz masculina que no reconocí.

—Soy Ayleen Park, viviré aquí a partir de hoy.

—Ah, sí, ahora mismo te abro.

La puerta emitió un zumbido, la empujé con la cadera e intenté entrar...OH MY GOD, ¿a quién se le había ocurrido poner escalones en la entrada? Intenté meter las maletas en el pequeño hueco que había entre los escalones y la puerta, tiré de las maletas con toda mi fuerza, pero el ángulo en el que estaba sujetando las asas impedía que las ruedas pudieran usarse cómodamente. Maldije en voz demasiado baja como para que cualquier equipo de sonido lo captase. Emití un ruido de frustración y casi pateo las maletas.