Mine

C-4

Una azafata las despertó y cuando el avión aterrizó, entregaron la manta y bajaron de el, para esperar su equipaje.

Tomaron un taxi al departamento en el cual se quedarían, estaba cerca de la empresa a la cual tendrían que ir, así que podrían caminar y no gastar en la renta de un auto, solo por ahora. 

Gracias, dijeron las dos al taxista cuando llegaron frente al edificio del departamento, Camila le pago y después bajo las maletas, fueron hasta la recepción, dieron sus nombres y a cada una le entregaron la llave, fueron al ascensor y pusieron el piso que la chica les indico.

Llegaron y Camila abrió la puerta para que Lauren entrara primero, dejaron las cosas en la sala y fueron a indagar en todo el departamento para conocerlo, solo dos habitaciones, un baño y la cocina.

No esperan quedarse mucho tiempo, pero es lo que esperaban, pues los planes eran otros.

Lauren: ¿Puedo quedarme en la habitación de abajo?

Camila: La que quieras esta bien.

Lauren: Bueno... ire a la habitación a instalarme.

Camila: Déjame llevarte las maletas.

Lauren: Camila... no es necesario que tu las lleves.

Camila: Vamos Lauren, ya las tengo en las manos.

La morena llevo las maletas a la nueva habitación de la ojiverde, las dejo cerca del armario y luego ella salió de ahí.

Llego hasta sus maletas y subió al segundo piso para ir a su nueva habitación, las dejo sobre la cama y las abrió para sacar su ropa y acomodarla.

Media hora después, bajaba las escaleras en pijama, descalza y con el cabello recogido.

Camino hasta la cocina y busco lo que necesitaría, hizo una lista de compras y llamo a la recepción, para conseguir a alguien que consiguiera todo.

Una hora mas tarde, Camila guardaba todo y cada una de las cosas en su lugar, también consiguió el número de una pizzería que llego al mismo tiempo que el chico que consiguió todo lo que la morena puso en su lista de compras.

Camila: ¡Lauren!

La ojiverde escucho su nombre y salió de su habitación, fue hasta la cocina y vio la caja de pizza y los estantes llenos de comida como el refrigerador cuando la morena saco una botella de vino para acompañar la cena.

Lauren: ¿Cómo lo haz hecho?

Camila: La chica de recepción me paso el número de la pizzería y un chico que trabaja con ella, fue a hacer las compras, ¿Gustas cenar?

Lauren: Si... gracias.

La morena dejo la botella en la mesa, la abrió y luego le paso un plato y con una copa a la ojiverde, le lleno hasta la mitad la copa de vino y abrió la caja a Lauren para que tomara lo que ella quisiese.

Lauren: Esta buena.- Dijo después de darle el primer mordisco a su pedazo de pizza.

Camila: Lo esta... ¿Esta bien ese vino?

Lauren: Si..., ¿Cuánto te debo?

Camila: ¿De que hablas?

Lauren: Tengo que pagarte por lo menos la mitad de todo esto...

Camila: No hay problema Lauren, déjalo así.

...

Camila: La empresa esta a dos cuadras de aquí, ¿Aun piensas que es necesario un auto?

Lauren: Si... para casos de emergencia.

Camila: Bueno, cuando salgamos de la junta podemos ir a verlos.

Lauren: Me parece bien.

Camila: Bueno... haré el desayuno, mientras tu te bañas.

Lauren: Bien, ya ire a bañarme.

Camila: Fruta con jugo de naranja.

Lauren: No sonó a una pregunta.

Camila: Se lo que te gusta.

...

X: Sean bienvenidos a las Empresas Watson.

Camila: Me da gusto verte de nuevo Emma.

Emma: Lo mismo digo Camila, tu debes ser Lauren Jauregui.

Lauren: Un placer, Srta. Watson.

Emma: Dime Emma o Em, me han hablado mucho de ti.

Lauren: Espero que sean cosas buenas.

Emma: Es todo lo que hace Camila.

La morena se sonrojo y se disculpo, se fue al baño y Emma soltó una risita, Lauren dejo de seguir con la vista a Camila y volteó a ver de nuevo a Emma.

Lauren: ¿Te habla de mi?

Emma: Siempre que le pregunto o cuando ella se siente orgullosa de tu trabajo, yo lo he visto y mis padres también, por eso te hemos invitado al proyecto.

X: Sera mejor comenzar... he visto a tu padre entrar a la sala de juntas.

Ambas chicas voltearon a ver a Camila, le sonrieron y caminaron las tres a la sala de juntas.

X: Camila me da justo verte de nuevo, haz crecido.

Camila: Bueno señor Watson, tenía 20 años cuando nos conocimos.

Watson: Te pareces mas a tus padres, ¿Alguna chica en especial?

Camila: La misma de siempre, pero aun no pasa nada.

Emma: Lo siento por ella Camila, no puedo creer que aun la quieras después de tanto tiempo.

Watson: Tal vez llegue la indicada.

Camila: Gracias... pero ella es la indicada.

Emma: Lastima que la amas, o buscaría algo contigo.

Camila: Emma...

Lauren: ¿Podemos empezar?