✓ | Hermione, ¿Zabini?

Capítulo 14.

Habían pasado ya dos días desde que Hermione, Blaise y compañía habían llegado de Hogwarts. La castaña, por su parte, le había prometido durante el viaje de vuelta que le  contaría sobre su relación a Will y a Cassandra. Y así iba a hacerlo. Primero lo haría con Cassandra, hablar entre chicas siempre es más fácil y hay más comprensión. Además, que entre las dos hermanas no hay secretos.

—Cass, ¿puedo pasar? —Preguntó antes de entrar, esperando una respuesta afirmativa por parte de la mayor—. Tengo buenas noticias que contarte. . .sobre Draco.

— ¿Son novios? —gritó emocionada, a lo que la menor tuvo que taparle la boca con una mano.

—No grites, Will no lo sabe aun. Le contaré luego, a pesar que no sé cómo hacerlo —suspiró lentamente la castaña, sabiendo que eso no sería para nada sencillo—, y no estamos juntos como tal. Hemos tenido citas y nos hemos besado, pero todavía no ha habido una pedida de noviazgo bien dicha.

—Me alegro por ti Herms y me alegra que te hayas decidido a contármelo —comentó, esbozando una sonrisa—. Podríamos hacer una cita doble estas vacaciones, antes de que  vuelvan a Hogwarts.

—Me parece bien, yo se lo digo cuando nos veamos —ahora fue el turno de la menor de los Zabini, quien sonrió de manera pícara, pareciéndose muchísimo a su mellizo en esos momentos—. ¿Qué tal con Cygnus?

—Hace dos meses tuvimos relaciones como las teníamos antes de estar comprometidos —la mayor se sonrojó a nivel máximo, haciendo competencia con el cabello pelirrojo de los Weasley—. Y tengo un retraso en la menstruación. Estoy embarazada.

— ¿Seré tía? —exclamó la castaña sonriendo—. Me pido ser la madrina y no acepto un no por respuesta.

—Se lo conté a Cygnus y bueno, él quiere que el padrino sea Suhail. . .Pero sé que no te llevas muy bien con él, así que le puedo pedir que cambie de idea.

—No te preocupes por esto Cass, no es problema. Es decir, no nos llevamos bien porque intentó besarme, de hecho me besó, en la cena de navidad de Slughorn, y le llevo evitando desde entonces. . . ya sabes que a mí me gusta Draco y aunque no seamos novios, sí tenemos una relación.

—Ahora es el turno de hablar con Will —asintió con la cabeza, sin estar muy convencida—. ¿Blaise se lo tomó bien?

—Más o menos —murmuró, tras poner los ojos en blanco al recordar la escena—. Cuando vio que Draco me besó en la sala común, a diferencia de las otras veces en los que nuestros encuentros eran secretos, le dejó un ojo morado. Pero le expliqué la situación y parece haberlo entendido, aunque no está a favor de las demostraciones de amor en público. ¡Como si tuviéramos de eso! Es un exagerado, hermana.

Hermione salió de la habitación de Cassandra después de darle un abrazo, porque durante esos tres meses había extrañado mucho a su hermana, a su confidente. Se mentalizó para hablar con su hermano, cosa que no sería nada fácil. Y menos sabiendo cómo de celoso y sobreprotector es con ella. Respiró hondo y lo buscó por toda la casa, el último lugar donde buscó fue en la habitación de música. Estaba tocando el piano, según decía siempre. . . le relajaba en momentos de tensión. La castaña sonrió  inconscientemente y se acercó lentamente a él y lo abrazó por detrás. Como lo había echado de menos esos tres meses, más que a su hermana, si eso era posible.

— ¿Estás bien? —le preguntó a su hermano mayor. Este negó, cosa que hizo que lo abrazara con más fuerza—. ¿Me quieres contar?

—No he estado muy bien este último mes y tengo miedo de que vuelva a empeorar —susurró, en un tono casi inaudible, para después mirar a su hermana pequeña—. Nuestra madre tiene muchos problemas que no quiere contar, y eso me pone peor. Parece como si no confiara en mi —añadió—, yo solo quiero ayudar y no quieren.