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Chuck cuando, después de tres meses, se vuelven a encontrar al otro lado del mundo.
Valeria bailaba sin temor a mitad de la pista de baile, ella estaba disfrutando de una fiesta como nunca antes lo había hecho; sin preocupaciones, sin planes secretos con sus amigos ni teniendo que preocuparse por Chica Indiscreta. Sin duda, era algo a lo que podía acostumbrarse sin demasiado esfuerzo.
La morena trastabilló hacia atrás y comenzó a gritar disculpas cuando chocó con alguien —. Lo siento mucho, no estaba mirando—, cuando un sentimiento familiar embargó su cuerpo al observar la espalda del muchacho, frunció el ceño y, cuando se dio la vuelta, su boca cayó abierta al reconocer a Chuck Bass —. No puede ser malditamente posible.
—También es lindo volver a verte, Val—, respondió Chuck, una sonrisa seductora apareciendo en su rostro mientras que la felicidad de Valerie desaparecía por completo —. Hace mucho que no te veo.
—Claro, Chuck, ahórrame la actuación y dime quien te dijo que estaba aquí—, rodó los ojos la morena, mirando con desdén al chico que había roto su corazón unos tres meses atrás —. Estoy segura que ni Blair ni Serena me harían esto así que, ¿fue Nate?
Chuck negó ligeramente, su sonrisa borrándose mientras parecía estudiar con la mirada a la chica frente a él. Las oscuras bolsas que solían acompañar a sus ojos todo el tiempo en Nueva York ya no se encontraban allí e, incluso, diría que creció un par de centímetros.., o se compró un nuevo par de tacones. Pero, si había algo que seguía allí, era ese característico brillo en sus oscuros ojos, ese brillo que él siempre había adorado —. Nadie me dijo que te encontrabas aquí, Val.
— ¿Entonces?—, inquirió devuelta Valeria, entrecerrando sus ojos mientras que la música vibraba contra su pecho —. ¡No me digas que me estuviste investigando, Bass!
—No, no—, volvió a negar Chuck, ahora tomando de los antebrazos a la chica y acercándola más a él mientras que un grupo de personas se abrían paso. Valerie hizo una mueca ante la cercanía ganada entre ellos, pero no podía alejarse debido al numeroso grupo de adolescentes -. Si dos personas están destinadas a estar juntas, eventualmente encontraran su camino de regreso.
Una seca e irónica risa escapó de entre los labios de la morena, volviendo a alejarse del millonario al, finalmente, volver a tener espacio para hacerlo —. Por favor, Chuck, ¿qué quieres?—, recriminó con la voz fría y, cuando Chuck no respondió, repitió una vez más —. ¿Qué diablos quieres, Chuck? ¡No estoy de ánimo para tus juegos!
Valeria esperó, esperó que el chico le dijera que la quería de vuelta, que admitiera sus errores, pero no lo hizo. Chuck enmudeció y le observó sin saber que decir, por lo que la morena se dio la vuelta y se marchó. Pero el descendiente Bass volvió a alcanzarla.
Valeria sintió las grandes manos de Chuck posarse sobre sus hombros, encerrándose sobre ellos como si fueran cadenas antes de girarla y atraerla hacia él. La morena se preparó mentalmente para maldecirle y volver a marcharse, pero no pudo hacerlo debido a que sus labios se chocaron contra los de él.
—Te quiero a ti—, contestó finalmente Chuck al separarse momentáneamente de sus labios pero, rápidamente, volvió a unirlos. Valeria no lo pensó mucho, devolviéndole el gesto de la misma forma que él se los otorgaba mientras se dejaba perder en el tiempo —. A ti y a nadie más, Val. Sé que cometí errores pero te pido, por favor, necesito que me des una segunda oportunidad.
—Si prometes que no me decepcionaras, Chuck, lo haré—, respondió Valerie después de unos segundos de considerarlo —. Te daré una segunda oportunidad, Chuck Bass—, aceptó la morena antes de volver a besarle.
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