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Tony cuando llegan a la habitación de su viaje a Rusia.
— ¿Qué diablos haremos sin drogas?—, inquirió Tony cuando los dos entraron a la habitación de él. Tú te giraste y colocaste el seguro en la puerta, sabiendo que Maxxie no llegaría pronto.
—Bueno, yo tengo una idea—, anunciaste al mismo tiempo que te quitabas la ropa, revelando tu negra lencería debajo de ella.
Tony rió y se levantó de la cama, tomándote por la cintura y alzándote en el aire. Reíste mientras él te giraba y te apoyabas sobre su cadera —. Te amo, hermosa.
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