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Jace cuando vuelves de una misión peligrosa.
—Te dije que podía cuidarme sola—, reclamaste al rubio una vez que había vuelto al cuartel, recordando como Jace al principio no quería dejarte ir ya que creía que no podrías lidiar con la misión.
—Siento preocuparme por ti, linda—, contestó Jace después de reír ligeramente, aliviado y feliz de verte volver caminando sobre tus pies y encontrándote en perfecto estado.
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