The Half Blood Princess (El prisionero de Azkaban)

5. Regreso al Colegio

Aparecieron en la estación de Hogsmeade, que aún continuaba vacía, el expreso aún no había llegado con los demás alumnos, por lo que Annily era la primera alumna en llegar a Hogwarts.

Padre e hija se soltaron las manos esta vez de forma no tan inmediata. En el pequeño andén hacía un frío que pelaba; la lluvia era una ducha de hielo, Annily se abrocho mas la túnica, para que el frío no le afectara tanto. En Londres no estaba pasando tal cosa, o bueno, no cuando ellos abandonaron su casa en Hartington Road estaba mas seco de lo usual.

Snape sacó la varita del bolsillo interior de su túnica y usó un encantamiento que funcionaba como paraguas, comenzó a caminar hacía el colegio, se detuvo de pronto y observó a la otra persona que había llegado con el. Annily, quien se asomaba por las vías del tren esperanzada de que el tren estuviera cerca, aún esperaba bajo el techo de la estación, sin prestar atención a su padre, quien estaba esperándola.

—Annily... —la llamó su padre mostrando un carácter autoritario.

—Voy en un momento, papá —respondió, asomando la cabeza para poder divisar el expreso.— en un momento...

—Annily —volvieron a llamarla, pero esta vez una voz mucho mas agradable y gentil, era la voz de Rubeus Hagrid que se acercaba hacía el andén con una linterna en la mano, estaba empapado por la lluvia, se refugió casi de inmediato en la estación.—¿Que haces aquí tan temprano? —preguntó.

Annily miro de soslayo en dirección a donde estaba se suponía estaría su padre, ahora él se encontraba caminando en dirección a los carruajes, aún bajo la protección del encantamiento paraguas. Bueno, ahora si podría esperar el tren.

—¡Oh, ya entiendo! —dijo Hagrid mirando en aquella dirección— Es orden de la autoridad, bueno no se puede discutir contra eso.

—Eso mismo pensé cuando me dijo que no iría en el expreso —explicó— Por cierto, ya se ha demorado mucho ¿no crees, Hagrid?

—Eso me parece —respondió Hagrid caminando unos cuantos pasos al frente, levantando la linterna por lo alto, desde la perspectiva de Annily parecía un poste de luz.— Ven, vamos a ver que sucede.

Se quedó junto a Hagrid en la estación de Hogsmeade, esperando alguna pista del expreso del colegio, que estaba retrasado por quince minutos. Annily había sacado la varita de su bolsillo y con ella ayudó a Hagrid a iluminar el sitio, confiada de que ya podía hacer magia de nuevo. Recordó que tenía que usar un encantamiento para expandir el bolsillo que tenía en los zapatos, pero lo intentaría hasta llegar a la sala común de Gryffindor.

Finalmente el tren apareció de entre los altos pinos que habían en el bosque, estaba aminorando la marcha entre las vías. Se formó mucho barullo para salir del tren: las lechuzas ululaban, los gatos maullaban y un sapo de croaba debajo uno de los sombreros de algún estudiante.

—¡Por aquí los de primer curso! —gritaba Hagrid a los alumnos.

Harry, Ron y Hermione aparecieron por el andén, seguro guiados por la silueta gigante de Hagrid en el otro extremo del andén, quien seguía indicando por señas a los nuevos estudiantes (que estaban algo asustados) que se adelantaran para iniciar el tradicional recorrido por el lago. En cuanto se acercaron Annily y Hagrid los saludaron.

—¿Están bien los tres? —gritó Hagrid a Ron, Harry y Hermione, por encima de la multitud.

Los tres les devolvieron el saludo con la mano, pero no pudieron responder a la pregunta de Hagrid porque la multitud los empujaba a lo largo del andén, pero antes de que pudieran desaparecer por completo, le hicieron señas a Annily para que fuera con ellos. Lo hizo sin dudar, prometiendo que debía buscar a Luna, Colin y Ginny después.