Lie to Me ➳ j.b #1

Three

"Scar Tissue"

Entré en mi hogar y dejé mi maleta a un lado junto a la puerta. Me llevé la sorpresa de que la casa estaba en completo silencio, Bossy estaba en el patio y la cocina se encontraba completamente pulcra.

Había decidido llegar un día antes para sorprender a Justin antes de nuestro aniversario, por lo que Zoe aún se encontraba en casa de Pattie y Justin debería estar por llegar pronto.

Lo primero que pensé, fue que él no había pasado la mayoría del tiempo dentro de la casa, ya que antes de irme a la casa de mi hermana de visita, me comentó que había duplicado sus turnos diurnos la semana que yo estaría fuera, por lo que Zoe no estaría con él.

Subí las escaleras despojándome de mi mascada y mi abrigo apenas subía. Al llegar a la segunda planta, comencé a escuchar sonidos; gemidos, sí soy específica. En el primer segundo que mis oídos procesaron los sonidos, me imaginé lo peor. Por inercia me asusté, me agité y mis manos temblaron solamente de nerviosismo.

La puerta de nuestra habitación se encontraba semi- abierta y la imagen de una chica pelirroja impactó en mis ojos y la imagen de ella rodando sobre Justin para luego sentarse y cubrirse con la sábana.

MIS sábanas, en MI cama, en MI casa.

Ambos estaban riendo, coqueteándose, aún así mis oídos parecían estar sordos como para prestar atención a lo que hablaban. Mis ojos botaron las lágrimas sin darme cuenta, y para cuando Justin se levantó de la cama, yo estaba corriendo escaleras abajo para agarrar mi maleta y salir de la casa, devolviéndome por dónde había llegado en dirección a la casa de mi amiga.

"¿Ella? No, ella es sólo una compañera de trabajo"

"Sólo una compañera"

"Sólo una compañera"

-¡Mamá por favor!- escuché la voz de Zoe junto a mí y los ojos de todos se encontraban en mí.

-Sienna, amor ¿Te encuentras bien? Pienso que debemos ir al hospital.

-Será mejor que la lleves, no es normal. ¡Mírala! Está pálida como un papel-oí la voz de Diane y en ese momento, volví completamente a la realidad.

-No, no se preocupen. Estoy bien, sólo... Debo ir al baño.

Me levanté del asiento en el comedor y caminé a las escaleras para ir al baño. No tuve tiempo de cerrar la puerta de éste ya que rápidamente Jazzy me había seguido y ahora me estaba mirando con ojos asustados y preocupados.

-Dime la verdad, Sienna-me dijo-¿Estás embarazada, verdad?

Me quedé petrificada en mi lugar y mi respiración aún seguía agitada, yo seguía reviviendo las imágenes en mi cabeza y no lograba mirar a Jazzy sin imaginarme otro tipo de cosas.

―Justin dijo que te ha pasado muchas veces. Cuando estuve embarazada tuve unas disminuciones de presión de vez en cuando, creo que eso es lo que tienes.

―No estoy embarazada, Jaz ―murmuré―Sólo de verdad me siento mal.

―De todas maneras, ve y hazte un chequeo en el doctor. No es normal, Sienna.―ella se acercó a mi y tomó mis manos en las suyas―Por favor.

―Estaré bien, Jaz.

Ella me miró molesta y puso sus manos en sus caderas, mirándome con aquella mirada molesta maternal que suelo hacer con Zoe y ella usa en sus hijos.

Entré en el baño y moje mi rostro con agua fría y enjabone mis manos, tan sólo para hacer tiempo y no tener que bajar tan rápido.

Había pasado toda la tarde sentada en la mesa, hablando y riendo con la família Bieber pero aquello no fue suficiente para distraerme de mis preocupaciones diarias. Mí mente viajó al peor día de mi vida en el momento en el que Justin sujetó mi mano por debajo de la mesa.

El día en el que Megan estaba revolcandose con mi esposo, en nuestra propia casa.

Dos golpes en la puerta me distrajeron de mi potente mirada de desprecio en el espejo y pude oir la ronca y aterciopelada voz de Justin acercarse.

―¿Qué está mal, bebé?―él se acercó y apoyó su cabeza en mi hombro, mirándonos a través del espejo.

―No es nada, Justin.―murmure

―Sienna por favor no me vengas con esa mierda―me regaño y lo vi rodar los ojos―¿Has ido al doctor? ¿Quieres ir ahora? No es normal, amor. Es como sí te fueras a otro lugar, te pones pálida y rígida, pero aún así estás ahí.

―Estoy estresada, Justin. Tú sabes cuán duro trabajo.

―Sí, entonces deberías parar. Tomar un descanso.

―Es mi trabajo, Justin, puedo perderlo si no trabajo de la manera que debo.

Él me volteó y sus manos estaban alrededor de mi rostro y su frente en la mía.

―¿Podemos.... Podemos ir a casa? Por favor. En serio necesito descansar.

Él asintió y puso su suéter en mis hombros. Tomó mi mano y me condujo hacía abajo, donde todos se acercaron preocupados preguntándome como me sentía.

Pero estaba segura de que sí les contaba lo que sentía, nunca más los volvería a ver. Nunca más sería parte de la família Bieber.