"Bad liar"
―Ten un buen día y llámame si algo
anda mal ¿Okay? ―me dijo antes de besar mis labios suavemente y quitar el seguro de la puerta ―Iré por Zoe a la escuela hoy, no te preocupes por eso.―Justin no tienes que faltar al trabajo por....-
―Sí tengo.―él sonrió levemente― Vendré por ti cuando salgas.
―De hecho, estaba pensando en ir a lo de Sabine.
Él fruncio el ceño.
―Es su cumpleaños, Justin.
―Entonces iremos juntos.
Bufe y me bajé del auto ignorando a como me llamaba totalmente confundido por mi arrebato y el portazo en su auto.
¿Acaso se cree que estando presente en mi día compensará todo lo que ha hecho todos estos años? Jódete Justin Bieber, porque no es así.
¿¡Por qué lo amo tanto joder!? ¡Debería odiarlo!
Entré en el edificio siendo un manojo de nervios y desesperación. Tan así, que sin darme cuenta estaba llorando en mi oficina a solas, con el sonido de la ciudad a través de mis ventanales.
Había llegado al punto dónde no sabía por qué diablos estaba llorando, pero mi memoria seguía buscando en los lugares más remotos y trayendo recuerdos de todos estos años para mantenerme en este estado. Siempre me pregunto a mí misma, cuando será el día en el que deje de llorar...
¿Cuándo podré poner una sonrisa verdadera en mi rostro?
No tengo idea cuánto tiempo lloré o cuánto tiempo estuve recostada en mi escritorio sollozando, sino que fue el insistente sonido de una pequeña campana en mi celular la cual me decía que eran las diez y yo debía estar en una reunión.
No me presenté, aún cuando después mi jefe fue en persona a mi oficina y me regañó por faltar a la ética y blah, blah... Blah. Cosas que para mí en estos momentos, no lograban generar mayor peso en mi consciencia.
―Sienna, te estoy hablando―oí la voz de mi jefe suavizarse y luego tomar la silla frente a mi escritorio ―¿Todo está en orden?
Logré sonreír un poco, debido al cambio en la voz de mi jefe, lo cual era porque me agradaba. Era un hombre de cincuenta y seis años, el cuál lograba ponerse en las posiciones de sus trabajadores y podía mantener la posición jerárquica sin ser ególatra o prepotente. Era un jefe muy bueno, si me preguntan, pero como todos, tiene su lado malo... Sobre todo cuando se molesta.
―¿Todo está bien en tu casa? ¿Pasó algo con tu hija, tu madre?―preguntó y acomodó mi cabello a un lado para poder ver mi rostro cabizbajo.
―Todo en orden, jefe―murmuré
―Pues no lo parece―dijo y se levantó de la silla para devolverla a su lugar―Tómate el resto del día, ve a casa o tómate un descanso. Aunque prefiero que te vayas a casa, no puedes hacer nada en ese estado.
―Me qued...-
―Sienna, a casa. Es una orden―dijo, dándose un vuelta y marchándose de mi oficina.
Ni siquiera traté de arrebatarle más en el asunto y tomé mis cosas y salí detrás de él para luego firmar mi salida en el libro y caminar a través del largo pasillo lleno de cubículos y entrar en el ascensor.
Cuando levanté la vista me encontré con Carter, el abogado financiero visitador, entrando apresurado en el ascensor hablando por teléfono. Pude oírlo hablar con aquél tono demandante y firme que usa solamente cuando habla con gente del trabajo.
Volteó a ver detrás de su espalda, encontrándome y enseguida sonrió, pero aquella sonrisa se borró casi al instante. Supuse que era por mi rostro, ya que seguramente me veía igual de mal a como me siento.
Él cortó la llamada y se acercó a mí.―¿Qué ocurrió?―preguntó.
Ni siquiera pude articular una sílaba cuando ya estaba llorando de nuevo. Sus brazos me envolvieron rápidamente a medida que bajabamos en el ascensor.
―¿Te apetece acompañarme a almorzar?
Solamente asentí y dejé que el me guiara a través de todo el edificio.
(...)
Carter me observó en silencio, sabía que se estaba guardando todos los comentarios y reproches que terminaban siendo lecciones.
―¿Ha....?―murmuró ―¿Ha ocurrido otra vez?
Solamente moví mi cabeza de un lado a otro y metí la pajilla del vaso en mi boca.
Pude oír su acento británico en mi cabeza, maldiciendo el nombre de Justin con palabrotas británicas.
―Sienna...
―Sólo no digas nada, Carter.
―No puedo quedarme en silencio mientras te veo sufrir. ―me dijo, golpeando suavemente las manos en la mesa.
Oh, Carter.
No sabía como precisamente describirlo, sí soy sincera. Carter es la persona más dulce que jamás haya conocido, una buena persona y muy talentosa, inteligente y vibrante.
Puedo decir que es la única persona que sabe de mi vida entera, y estoy hablando de el asunto de Justin y todos. Exclusivamente porque Carter se llevó la sorpresa de encontrarse con mi esposo y una encantadora rubia curvilinea en un bar. Asombroso ¿Huh?
¡Pues no! Se equivocaron, es lo más vergonzoso que me ha pasado.
―¿Hasta cuándo lo mantendrás en secreto, Sienna? No es vida la que estás llevando.
―No... No es tan fácil, Carter. No es como si pudiera ir y decirle todo lo que siento en el primer arrebato.
―De hecho, sí puedes.―él suspiró― Lo que no puedes hacer es seguir pasando los mejores años de tu vida esperando porque alguien te ame de vuelta, Sienna.
Él tomó mi mano sobre la mesa y acarició esta con su pulgar.
―No mereces eso. Tú hija tampoco merece eso. No es un ambiente sano en el que estás viviendo, es más, todos los días te martirizas a ti misma con la incertidumbre de no saber si tu esposo está verdaderamente trabajando o está en otro lugar... Haciendo cosas que los dos sabemos, no son contigo.
―¡No puedo dejarlo, Carter! Sólo.... no puedo.
―¿Sabes qué? Tú... No, mejor olvidalo.―dijo y luego calló para mirarme directo a los ojos, molesto.―Vamos, te llevo a casa.
Mi reloj marcaban las 2:55 PM, por lo que Justin estaría pronto en mi edificio esperando por mí.―Carter... Debo devolverme al trabajo. Justin pasará por mí―murmuré
Él se enfadó más y solamente puso su saco sobre mis hombros y caminó junto a mí fuera del restaurante. Me subí en su auto y lo siguiente que pasó, fue que él se mantuvo callado todo el trayecto.Podía comprender como se sentía, puedo entender que quiera ayudarme, pero él debía entender que no es sencillo. Lidiar con mi vida completa ya era difícil y no quería tener que afrontar aquella realidad que tanto he evadido.
Quería que las cosas fueran fáciles, que mi vida fuera de acuerdo a como planeé que sería, pero si asumo mi triste realidad, se que tendré que abandonar todos mis sueños aún por cumplir... Y no estoy lista para hacerlo.
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Lie to Me ➳ j.b #1
FanfictionAl final del día, él era la persona por la que quería llegar a casa. A él quería contarle como mi día había sido. Él era la persona con la que quería compartir mi felicidad, tristeza, frustración y mis logros... Pero era sólo eso: el querer poder ha...