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Llegué al trabajo y comencé a trabajar rápidamente, y aunque mi mente no dejaba de pensar en todo lo que estaba sucediendo, intenté concentrarme.

- ¡Jimin, buenas tardes! - Habló el señor Min cuando salió de la oficina.

Se acercó a la caja registradora y comenzó a contar los billetes.

- Señor Min, ¿podría hacerle una pregunta?

El jefe dejó de contar los billetes y me miró.

- Dime, hijo. ¿Qué sucede? - Preguntó curioso.

Suspiré y lo miré.

- Tengo un amigo que es gay, pero tiene miedo de decirlo y sospecho que es porque sus padres son homofóbicos, usted como padre, ¿qué diría si su hijo le confiesa que es homosexual?

Mis nervios se hicieron presentes y mordí mi labio al no escuchar una respuesta.

Pero segundos después me la dio.

- Bueno, sinceramente estaría muy decepcionado de alguno de mis hijos si me dice eso. Yo no creo que ser homosexual es natural, sino, ¿para qué Dios creó a la mujer? Además, los homosexuales no pueden tener hijos, ¿cómo va a reproducirse la raza humana sino?

Apreté mis puños disimuladamente intentando no golpear a mi jefe y recordando que es el padre de Yoongi.

- ¿Usted cree que para amar hay una regla entonces? - Pregunté serio mirándolo, intentando no hacer un vómito verbal.

Me miró sorprendido.

- ¡Por supuesto que no! - Exclamó y reí sarcástico.

- Señor, se está contradiciendo. Si me dice que para el amor no hay regla entonces puedes amar a quien quieras sin importar nada. Pero si me dice que solo es natural el amor entre un hombre y una mujer entonces sí hay una regla para amar. - Respondí intentando ser claro.

El señor Min me miró apenado.

- Yo... Nunca lo había visto de esa manera. - Confesó.

- Entiendo. - Dije asintiendo. - Tampoco se preocupe por el hecho de que los homosexuales no puedan tener hijos, somos miles de millones en la Tierra como para que todos seamos homosexuales. Siempre va a haber una familia heterosexual que quiera abandonar a su hijo como siempre va a haber una familia homo que quiera adoptarlo.

No dije nada más, hice una reverencia dando por terminada la conversación y me dirigí a los clientes que todavía no había atendido.

Y pasé toda la tarde así, hasta que era hora de ir a casa.

Cuando estaba a punto de irme, el señor Min me detuvo.

- Jimin, ¿eres gay?

- Sí. - Respondí.

El señor Min asintió y salí del restaurante para dirigirme hacia mi casa con los nervios en todo mi cuerpo.

Sabía que había puesto mi trabajo en riesgo por eso, pero no soy de los que se avergüenzan por ser homosexuales y el padre de Yoongi no me va a hacer cambiar de parecer.

Después de haberlo escuchado hablar comencé a sentirme mal por Yoongi, era la misma cabeza que mi madre tenía antes de ir al psiquiatra.

Llegué a mi casa y en la cena hablé con mi madre.

Le conté lo sucedido con Yoongi, sobre su sexualidad obviamente, también le conté sobre la conversación con su padre mientras ella me escuchaba atentamente.

- Jimin, hay veces que no puedes cambiar la forma de pensar de una persona. Lo que está sucediendo es algo de lo que tendrían que conversar Yoongi y su padre, no esperes hacer un gran cambio al dar tu opinión. Está bien lo que hiciste, dijiste todo lo que tenías para decir, ahora solo depende de la valentía de Yoongi y de la comprensión del padre.

Asentí molesto.

Pero no estaba molesto con mi madre, tampoco estaba molesto con Yoongi ni con su padre. Estaba molesto conmigo mismo, porque no creía que haya dicho todo lo que tenía que decir, y la impotencia creció en mi.

¿Por qué la gente tenía que ser tan mente cerrada?

Al otro día decidí ir a hablar con Yoongi, así que cuando entré a la universidad fui hasta su casillero.

Estaba con Taehyung conversando tranquilamente hasta que Yoongi me vio y se quedó callado.

- ¿Podemos hablar? - Pregunté mirándolo, asintió lentamente sin dejar de mirarme y cerró su casillero.

Miré a Taehyung que, con una sonrisa en su rostro, se fue a clase.

Volví a mirar a Yoongi.

- Si quieres podemos saltarnos esta hora. - Dijo mirándome ansioso.

Asentí.

Caminamos en silencio mientras salíamos de la universidad y llegábamos a la misma cafetería a la que fui a hablar con Jin.

Pedimos un café y cuando nos lo trajeron él fue el primero en hablar.

- Mi padre ya sabe que eres gay. - Dijo y le di un sorbo a mi café mientras sentía su mirada en mi. - No va a despedirte si es lo que piensas.

Lo miré sorprendido.

- ¿De verdad? - Asintió.

- Lo pensó mucho, en realidad. Pero decidió que no lo haría porque después de todo le agradas. Aunque no quiere que te aparezcas con ningún chico. Así que será mejor que Baekhyun no vaya al trabajo.

- Baekhyun es mi amigo. - Respondí con el ceño fruncido.

- Pero es un idiota y se pone muy simpático contigo. Lo siento, pero concuerdo con mi padre en esa regla.

Lo miré y mordí mi labio nerviosamente.

Yoongi suspiró y dejó de mirarme para darle un sorbo a su café.

- ¿De qué querías hablar? - Preguntó.

Miré mis manos.

- De nosotros.

- ¿Nosotros? Creí que... - Lo interrumpí.

- Sé lo que dije y sé por qué lo dije. Pero estuve hablando con los chicos y... - Suspiré. - Taehyung cree que debo darte una oportunidad.

Yoongi rió.

- Yo también creo que debes darme una oportunidad.

Lo miré sorprendido y mi pulso se aceleró rápidamente.

- ¿Pero? - Pregunté conteniendo mis emociones. - Sé que hay un "pero", Yoongi.

Yoongi asintió lentamente.

- ¿El "pero" son tus padres, no es así? - Pregunté y Yoongi miró su café.

- Lo siento, Jimin. De verdad lo siento. - Me miró. - Pero cada vez que te veo, cada vez que tengo ganas de ir y besarte o solamente de agarrar tu mano, pienso en las veces en las que mis padres me hablaron sobre lo anti-natural que son las relaciones homosexuales, y comienzo a pensar que todo el mundo piensa eso, y me da miedo que se burlen de mi. Me da miedo, Jimin, te juro que me da miedo.

Abrí la boca sorprendido sin saber qué decir y pestañee varias veces.

- Yoongi, quiero hacerte entender que nada malo te va a suceder por demostrar tus sentimientos. Entiendo que hay gente que va a burlarse de ti, pero esas personas son idiotas y no tienen una maldita vida social. Créeme que comprendo como te sientes con tus padres diciéndote esas cosas, pero tienes que ser valiente y decirles lo que sientes. No te estoy asegurando que cambien de opinión, pero estoy seguro que van a respetarte, eres su hijo después de todo, ellos te aman.- Pausé y miré la mesa. - No tengas miedo de amar, Yoongi. - Finalicé.

No dijo nada después de eso, y yo me limité a terminar mi café en silencio.

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¡Quiero agradecerles porque ya somos 2K leídos! dfgjnsadlfh de verdad es muy especial para mi el hecho de que les guste la novela y siempre voten y comenten, muchas gracias♥

Lxs amo♥



Gay [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora