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Abrí los ojos muy sorprendido.

- ¿Estás hablando enserio? - Pregunté y Taehyung asintió avergonzado.

Comencé a reír con todas mis ganas hasta llorar de risa, tanto que el castaño se cubrió el rostro con sus manos.

- Deja de reírte, me avergüenzas. 

Detuve mi risa mientras limpiaba mis lágrimas.

- Lo siento, lo siento, es que... - Y volví a reírme a carcajadas.

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- ¿De qué tanto te ríes, Jimin? - Preguntó Namjoon confundido mientras las miradas iban hacia mi.

Apoyé una mano en su hombro y con la otra señalé a Taehyung sin parar de reír.

No, no estuve una hora riéndome. Pero cada tanto recordaba la conversación y volvía a reírme. Y este momento era ese tanto.

- ¡Para! ¡De verdad me avergüenzas! - Gritó como un niño chico. - No debí haberte contado...

Yo moví mis manos negando mientras paraba de reír y otra vez paraba mis lágrimas.

- Lo siento, lo siento. Te prometo que ya no me río de eso más. - Prometí.

Una promesa muy difícil que tal vez rompería cuando él no estaba.

- ¿Qué le contaste? - Preguntó kookie mirando a Taehyung, el bufó.

- Nada interesante. - Respondió y yo contuve mi risa lo más que pude.

Comenzaron a hablar mientras yo solo escuchaba, no prestaba mucha atención a la conversación, y menos cuando mi vista se quedó en la chica de ayer.

- Chicos, ya regreso. - Hablé y me levanté.

Me dirigí hacia ella mientras algunas miradas me seguían y murmuraban, la chica estaba sentada en una mesa alejada de la mía y me miraron sorprendidas cuando me acerqué.

- Hola... - Hablé nervioso y me dirigí hacia la chica. - Quería preguntarte como te encontrabas porque... - Me interrumpió.

- Yo... Yo estoy bien, gracias.

La miré confundido al ver lo rápido que hablaba, ni siquiera me estaba mirando. Me voltee en dirección a su mirada y Yoongi nos miraba serio, cuando nuestras miradas chocaron se giró y dejó de mirarnos.

- ¿Sucede algo? - Pregunté confundido.

- N-no es nada, es que... - Y me contó algo que sinceramente no pensé en escuchar.

Volví hacia la mesa donde estaban los chicos con una sonrisa divertida en mi rostro.

- ¿Qué pasó? - Preguntó Namjoon curioso. - ¿Hablaste con ella? ¿Se encuentra bien?

- Sí, hablé con ella. - Comenté con una sonrisa y miré a Yoongi divertido. - Estaba asustada, pero ahora está bien. Ya arreglé todo.

Yoongi bufó y miró hacia otro lado.

Este chico me confunde cada vez más...

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Dos semanas.

Dos semanas habían pasado desde que entré en esa universidad.

Ya me había hecho más cercano al grupo de Seokjin y a Jungkook, y la verdad es que estaba feliz por eso.

Yoongi y yo seguimos igual, ya no me confunde, creo que ha intentado dejarme en claro lo heterosexual que es cuando se besaba con una chica que conocía en el minuto en frente de mi rostro.

Ahora mismo me encontraba en mi habitación, un sábado por la noche sin saber que hacer.

Taehyung estaba en la casa de Jungkook, me había negado a ir porque sabía que Jungkook estaba loco por Tae y no quería arruinar su oportunidad.

Namjoon está en su primera cita con Jin, luego de que se haya armado de valentía y le haya preguntado, Jin no dudó en responder. Algo que hizo que mi mejor amigo se alegrara mucho.

Y Hoseok... Ese maldito ha dejado de hablarnos desde hace un tiempo cuando se enteró que el psicópata de Taehyung es nuestro amigo. Intentamos hablar con él pero no hay caso.

Suspiré y escuché risas abajo, mi madre había traído a mi abuela a la casa.

Lo más probable es que ahora estén hablando sobre lo orgullosas que están de ser homofóbicas.

Tenía hambre, y, aunque no quisiera hacerlo, bajé sigilosamente a la cocina.

- No sé que voy a hacer con Jimin. - Mi madre habló pensando que yo estaba en mi cuarto.

- En mi época, si un chico era así, le dábamos unos buenos golpes para enderezarlo.

Abrí los ojos sorprendido mientras me sentaba en la silla de la cocina a escuchar.

- No creo que sea bueno que lo golpee... Pero tal vez pueda pagarle a alguna chica para que venga y se acueste con él.

Listo, lo único que necesitaba escuchar, salí de la cocina hecho fuego y me dirigí hasta la puerta de mi casa mientras agarraba mi chaqueta con mi billetera.

Esto era suficiente, de todas las estupideces que escuché de mi madre ésta era la más ridícula.

Caminé por las calles casi vacías de Seúl hecho una furia, no estaba triste, estaba enojado, muy enojado. Tanto que ahora mismo podría matar a alguien a golpes.

Entré al primer bar que vi y caminé hasta la barra donde pedí el trago más fuerte que tengan.

- Identificación. - Habló el barman y lo miré sorprendido.

- ¿Bromeas? ¿Acaso no tengo cara de tener 21? - Pregunté, estaba enojado y lo único que faltaba era que un barman me pidiera identificación con 21 años.

El hombre estiró su mano en señal de que le muestre la identificación, bufé resignado y se la mostré.

A los pocos minutos me entregó un pequeño vaso que no me detuve a observar y lo tomé enseguida, pidiendo más y más.

Estaba harto. Harto de estar siempre riendo con una sonrisa en mi rostro. Harto de que mi madre sea la peor persona del mundo y estaba harto de ser yo mismo.

Si bien no me avergüenza mi orientación sexual, me molesta el hecho de que nadie me respete por ser así.

Bueno, tengo amigos. Pero mis amigos son homosexuales avergonzados. Y de eso también estoy harto.

¿Por qué nosotros, los homosexuales, tenemos que vivir nuestra vida avergonzados y con miedo a ser juzgados?

Golpee la mesa de la barra hecho furia y volví a tomar del líquido que quemaba mi garganta.

- ¿Jimin?

No.

- ¿Jimin qué estás haciendo aquí?

No.

- ¿Jimin? ¿Estás borracho?

No.

- ¿Estás ignorándome?

- Sí.

Lo miré y se encontraba completamente sorprendido, me encogí de hombros y le pedí otro trago al barman.

- Deja de beber, estás a punto de caerte. - Habló Yoongi mirándome mientras me removía incómodo en la silla.

- Déjame en paz. - Respondí como pude ya que mi voz temblaba. - No te quiero aquí hoy.

Tomé otro trago y pedí otro.

- ¿Por qué no? - Preguntó confundido, no necesitaba saber que se encontraba con el ceño fruncido ya que siempre lo tenía así cuando hablaba conmigo.

- Porque no te soporto. - Respondí y tomé otro trago.

Gay [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora