Nunca entendí porque las calles de Madrid se ven tan bonitas por la noche, sobre todo cuando vas es un coche y miras por la ventana. Ves como pasan las luces, las personas... La vida en general.
Y piensas, piensas bastante.
¿Marina había dicho la verdad ¿El Señor Doblas está enamorado de mi? ¿Y tiene un amigo llamado Mangel? Espera... ¿Mangel no era el mejor amigo de mi hermano? No... No se pueden conocer... ¡Oh mierda, no, no puede ser joder!
¿¡Como coño se iban a conocer mi jefe y mi hermano gilipollas!? Es imposible... Pero si lo hicieran se enteraría de que... NO.
—Llegamos señorita—dijo el taxista, le di su dinero y salí por la puerta, casi corriendo.
Tiembre y me abrió Rubén, con un desparpajo increíble me abalancé sobre el besándolo. Este puso una mando en mi cintura, yo puse las mías en su cuello y cerro la puerta delicadamente, una vez cerrada me puso contra esta, besándome el cuello, yo hice un puño agarrando su cabello, sintiendo como subcionaba haciéndome una marca, sabía que el quería que fuera suya, y yo quería que me hiciera.
Últimamente dejaba marcas constantes en mi pecho, cuello, vientre, piernas... Era como si no quisiera abandonarme y deaprotegerme. Yo solo le continuaba el juego impaciente porque volviera a la carga.Si llamásemos a Rubén o lo definiéramos de alguna forma, yo le diría el dios del sexo.
Se separo, mirando la marca que me había hecho y luego a mi, que tenía la respiración agitada mientras me miraba.
—Hola—susurró con una sonrisa pícara, yo le sonreí y el se acerco a besarme de nuevo.
Cuando se separo me di cuenta de que no llevaba traje:—Eatas raro—dije riendome un poco—nunca te vi así—este sonrió incrédulo.
—Si alguna vez vives conmigo te acostumbraras a verme mas así—dijo y yo asentí, me gustaría tanto vivir con él.
—¿Cara esta acostumbrada?—este asintió triste, y yo le fui a abrazar. Le importa mucho su trabajo, yo se que el nunca quiso avergonzar a su padrino a su abuelo, quiere llegar tan alto como ellos o mas, por eso acepta salir con Cara, para que no se lo quiten.
—Te quiero tanto—dijo alejándose y yo me sonreí.
—Yo te amo—me arrepentí de lo que dije y me tapé la boca, este me miro coqueto y beso mis manos delante de mi boca, queriendo que las quitara, lo hice y me dio un beso que parecía no tener fin.
—Eres mía—dijo besándome de nuevo, amaba con locura que me lo recordara—MÍA y de nadie más.
—No quiero ser de nadie más—me levanto y enrrolle mis piernas en su cintura, luego recordé lo de Juan y el y aproveché para intentar hablar evitando lo que sabía que quería—Oye, ¿tú conoces a mi hermano?—puso cara de confusión negando.
—¿Que te hace pensar que lo conozco? Aparte, no sumaría nada a mi favor—dijo, y me di cuenta de que no, no sumaría absolutamente nada.
—Es que...—me mordí el labio—hablé con Marina sobre ti, y me dijo algo sobre un tan Mangel—este me bajo de sus barazos.
—Mangel es mi colega desde hace mucho tiempo, como unos diez años, se que tiene otros amigos pero no les hago el mínimo caso—dijo casi sin interés. Sonrió de lado mirandome—¿Hablas de mi mucho?—dijo agarrándome de la cintura.
—La mayoría de mi tiempo intento conocer mas de ti—rió alegre, como si a una adolescente le acabaran de decir que el chico que le gusta esta enamorada de ella—No se, eres la persona con la que me acuesto, tengo ranas de saber mas de ti.
—Yo creó que no es por eso—dijo con la sonrisa de medio lado—pero no nos metamos en esas cosas, pensemos en otras.
Dijo, acercándose a mi, se formo una risa antes de que me besara.
»
Me separe de el respirando agitada, en su cama de sabanas blancas con el pelo revuelto, el estaba al otro lado casi igual que yo, la diferencia es que yo estaba llena de marcas. Su posesividad estaba aumentando cada vez más. Se levanto quitándose el condón y tirándolo a la papelera, yo me levante y me empecé a vestir cuando me di cuenta de que se puso su bóxer.
—Hey, hey—dijo acercándose a mi—¿a donde crees que vas?
—A mi casa, ¿no?—este negó con un pequeño siseo, tratándome como una niña.
—No pequeña, tu te quedas a dormir aquí hoy—dijo acercándome a el, con... ¿enfado?
—Pero mi hermano... E-esta sola en c-casa...—dije y sentía su ceño fruncido, empecé a temblar y a darme cuenta de que si no hacía algo, me castigaría, y no quería eso. Nuestras pieles se frotaban ya que solo estábamos en ropa interior—¿me dejas solo llamarle?
Este asintió con frustración. Cogí mi teléfono y llame a Juan, al sentir unas manos en mi cintura sabía que se aproximaba un castigo.
—¿Si?—dijo este casi adormilado, ¡solon eran las doce! Sentí como la mano de Rubén bajaba su mano hasta mi trasero y besaba mi cuello.
—Juan, te quería decir que t-tengo que ir a hacer un trabajo con Marina y no volveré esta noche—dije y me dio un azote, él sabía que me encantada eso, mordí mi labio con fuerza y solté un pequeño gemido apartando el móvil de mi boca.
—De acuerdo— dijo, me despedí y colgué de inmediato.
Me volvió a azotar, y haciendo como que embestía en mi trasero, me limite a no quejarme por si acaso llegaba a más.
—Eres mía—susurro de nuevo y luego me cogió como una princesa posandome en la cama, y el poniéndose a mi lado. Levanto la sabena y nos tapó, acurrucandose conmigo.
»Mañana sigo, chau, os quiero <3

ESTÁS LEYENDO
...|rdg
Fanfic--- Al entrar en la empresa Mrs.Doblas tú vida se convierte en otra complenamente diferente. Tú vida no afecta aquí. Nunca afectara...