Rápidamente Abdías se ocultó, mientras Ella lo ayudaba, guardando las cosas dentro de la misma caja para que no lo viese. Su corazón latía a toda velocidad, sabía que si el rey encontraba a Abdías en ese lugar podría acarrear más problemas de los que ya tenían, con Kit nunca se sabía de qué manera actuaría o se tomaría las cosas.
-¡Señorita Ella! El rey la está llamando personalmente- llegó una enfermera del lugar tomándola del brazo para sacarla de allí, mientras Ella miraba hacia atrás asegurándose que Abdías no se viera
-Señorita Ella. Tan hermosa como siempre- dijo el rey frente a ella, mientras tomaba su mano y la besaba y ella hacia reverencia
-¿Me llamaba majestad?- preguntó ella para ir directamente al punto
-Si. Es hora de que salgas de este lugar y vallas conmigo directamente al palacio- habló con elocuencia y una sonrisa de caballerosidad
-Me halaga majestad pero aun no deseo irme, debo terminar de...- dijo para ser interrumpida por el rey
-No es una opción, sino una orden real- le contestó con una sonrisa egocéntrica a lo que Ella se molestó bastante, respiro profundamente para no decirle nada indebido delante de las demás personas y empeorar su situación
-¿Podría al menos buscar mis pertenencias y despedirme?-
-Adelante, solo dos minutos-
-Gracias majestad- respondió apretando los dientes para tragarse la ira que sentía en el momento
Ella se apresuró en ir a la cabaña, tomar el vestido, guardarlo en una pequeña caja mientras con la mirada buscaba a Abdías y al no verlo suspiró con decepción
-Me iré al palacio, parece que me quiere como prisionera en aquel lugar- se lamentó Ella en voz audible por si Abdías estaba cerca.
Salió nuevamente de la cabaña con una pequeña caja en manos y se despidió de todos para ir con el rey y subir a su carruaje. Sentía la mirada del rey Kit sobre ella pero prefirió hacer caso omiso ante eso, solo pensaba en un plan para poder sobrevivir en el palacio.
Al llegar el rey la acompañó a su lado para mostrarle el palacio entero, darle permiso de ir a donde quisiera menos fuera del palacio, mientras caminaban por los pasillos junto a la guardia real y los sirvientes que los seguían se encontraron a Abdías caminado con tranquilidad en sentido contrario. Él venía con su típica sonrisa y haciéndose el ignorante ante la situación. Cruzó por el lado de Ella y la observó de reojo guiñándole un ojo y pasar desapercibido.
Ella se percató de lo que hacía por lo que dejó escapar una pequeña sonrisa mientras se sonrojaba y la borró inmediatamente antes de que Kit se diera cuenta. Ambos presentían que su estadía allí sería bastante interesante
Cada día el rey llegaba con regalos ante Ella, se los enviaba con alguna de las sirvientas o los hacia aparecer en la puerta. Ella no podía ver a Abdías como antes debido a que estaba ocupado con otros asuntos según el guardia que la custodiaba, para ella era más que se lo habían prohibido de manera sutil a que estuviese ocupado día y noche sin parar
Por las noches el rey la visitaba en busca de alguna conversación en particular o sin importancia, por lo que ella contestaba y hablaba con él acerca de su manera de ver las cosas de manera relajada. En algunas noches solo se dedicaba a alabarla provocando que ella se sintiera un poco incomoda con eso, pero a decir verdad le estaba empezando a agradar el rey, parecía buscar a alguien con quien compartir o hablar algo diferente que no fuera el reino.
Cansada de esperar por Abdías decidió pedirle a alguien que lo llamase y al ver como se negaban salió por su cuenta a buscarlo mientras algunos de los sirvientes y algunos soldados iban de tras de ella tratando de detenerla.
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Cenicienta
FanfictionTodos conocemos la historia de la doncella que bailó con el príncipe y desapareció para que él la buscase gracias a una zapatilla y ella se casase con su príncipe soñado. Pero nadie sabe que fue lo que ocurrió con ella durante los días de búsqueda d...