Park despertó primero y aprovechó hacer el desayuno para el y para su dormilón novio.
Todo estaba tranquilo, la mañana fresca, el café casi listo. Lo mejor.
Pero de repente, el alto chico sorprendió a Park. Se le veía alegre pero nervioso, buscando el otro par de su zapato.
-Pensé que dormias.
-¡T..tengo que irme, es urgente!.
-¿Pasó algo malo?- Park alarmado tomaba el zapato que estaba casi en la nariz del alto chico, y se lo entregó al chico alto.
-N..no nada de eso, luego hablamos te amo- Y corrió con un pedazo de pan en su boca.