beso.

253 35 4
                                    

Adrien.

—yo te amo más —escuche decirle Lila a su novio con emoción, estaba sentado frente a mí, hace un par de minutos iniciaron una discusión sobre quién amaba más al otro, era extremadamente raro oír a Lila hablar con tanta sinceridad.

Entre tanto yo miraba como mi amada hablaba muy animada con Rose y Juleka, ya quedaban pocas personas en la cafetería de los Dupain-Cheng, no era una fiesta como tal, no había ni una pizca de alcohol, no había música solo pláticas sobre la vida actual de cada uno. Alya grababa todo lo sucedido, lo cortaba unos momentos a los segundos iniciaba de nuevo, Nino se mantenía hablando con Alexander y parecía que estaban lograrse llevar bien; mi mejor amigo dejándome por mi némesis, con amigos como Nino no necesito más.

—Adrien —me llamo Lila alejándose de Ali —ve por ella y danos privacidad —ordenó señalando con la mirada a Marinette —adiós rubio —se despidió para volver a abrazar a su actual novio.

Suspire cansado, me levanté dispuesto a irme, mire por última vez a mí supuesta amiga con decepción, camine intimidante hasta la dueña de mis fantasías, me detuve a tratar de hablar con ellas, Rose comentó que estaba felizmente casada con Juleka (algo que ya sabía a ciencia exacta) y que trataban de adoptar un niño o una niña, los papeles estaban en proceso, solo faltaba la aprobación; note cómo Marinette me miraba de reojo, fingí poner más atención que la que en realidad brinde.

Minutos después de una plática animada, se despidieron excusándose que tendrían que trabajar, Rose exclamó un "es triste no ser el dueño" me guiño un ojo mientras recogía sus cosas, Juleka dejó dinero en el mostrador pagando lo consumido por ella y la mujer que más amaba. Nos despedimos de ellas con la mano desde nuestros asientos, las observamos salir tomadas de las manos sin mirar atrás. Eso deseaba hacer, tomar la mano de Marinette y salir de aquel lugar, no me malinterpreten, amaba ese lugar pero en ese momento habían muchas personas, no era bueno besarla en ese lugar sin levantar miradas reprobatorias.

—Marinette —la llamé en voz baja, sus orbes azules se dirigieron hacia mí, traté de mantener la mirada en sus ojos y no en sus labios, sabía que con solo bajar la mirada desataría ese deseo de besarla —¿crees que puedas regalarme queso? —o si, había conseguido la excusa perfecta: queso.
Ella comprendía mi deseo por queso, no podía negarse, al final Tikki y Plagg querían hablar, podría aprovechar el asunto del queso y que nuestros Kwamis estuvieran de mi lado. Sabine había subido a su hogar hace ya media hora, se excusó con lo mismo de Tom, al final los dos se levantarían temprano al siguiente día; la señora Dupain me había pedido que si podía literalmente cerrar la cafetería cuando todos se marcharán, había aceptado gustoso.

—ammm.

—él quiere hablar con Tikki, sé que Tikki también quiere hablar con Plagg, los podríamos dejar en la cocina al final yo cerraré.

—cerraremos —corrigió buscando con la mirada algo, o mejor dicho alguien.

Sabía a quién buscaba, sentía esa pizca de celos común, había presenciado un par de besos entre ambos, como Alexander tomaba su mano, la mirada pícara de mi enemigo, eso y mucho más. No negaré que cada vez que veía sus escenas me contenía para no lanzarme a Marinette y besarla frente a él, lastimosamente no podía, ella posiblemente se negaría, Alexander me golpearia, iniciaremos una pelea, adiós Marinette. 

—vamos —se levantó, caminó sin apresurarse al lugar que mencioné tiempo atrás; al reaccionar completamente la seguí tratando de ocultar las ansias que estaban a borde de dominarme, emparejó la puerta para que nadie entrará, no evite emocionarme por sus acciones, tal vez, solo tal vez ella deseaba lo mismo que yo —Tikki —llamó a su Kwami, está salió de su bolsa y me miró cómplice, entre tanto yo abrí mi bolsillo donde el gato negro exasperante pero buen amigo.
Plagg se acercó con rapidez a Tikki, tomó su pequeña mano carmín y las guió lejos de los dos, observábamos expectantes como las dos criaturas se ocultaban entre murmullos. La mire, ella me examinaba con una media sonrisa, nuestros corazones latieron sincronizados, sabía perfectamente que ella no controlo gracias a la pequeña muestra de temor en sus ojos, yo di otro paso para estar aún más cerca de ella.

—Marinette, tengo un fuerte Sarang contigo... —se susurré acortando la distancia de golpe, su respiración se aceleró, no lo evite, mis dedos rodearon su cuello acariciándolo, los suyos se acomodaron en mi hombro, al acercar mi nariz al lugar que mis dedos rozaron, escuche perfectamente como un suspiro salía de su boca —te amo —exclamé en voz baja, me aleje tratando de contenerme, la admire de arriba a abajo un par de veces — Marinette, esta tarea es tan difícil ¿Cómo pretendes que no te coma a besos si luces así? —pregunté rodeando su cintura atrayéndola a mí, nuestras bocas estaban entreabiertas.

Y Tomaste mi mano... [Terminada] #PremiosLadybugTLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora