¿Pelea?

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Adrien esperaba ansioso, abría la puerta en espera de la llegada de su amada, Plagg lo miraba negando con la cabeza, su secretaría volteaba a verlo cada vez que lo hacía. El rubio parecía un auténtico acosador, aunque dió la orden de que la informaran cuándo llegará, estaba más que ansioso, posiblemente esté disgustada por las fotos publicadas hace unas horas. El sonido del teléfono llamó su atención, rogó porque fuera la llamada que esperaba.

—joven Agreste, la diseñadora Dupain ha llegado.

—gracias.

—no sé por qué haces todo esto, eres un acosador.

—lo sé —caminó nuevamente hacia la puerta —yo no descansare hasta tenerla a mi lado.

—no me digas —rodó los ojos, dejó su queso para sentarse en el hombro de su portador —la amas con toda tu alma, corrección con tus 7 vidas, ¿entiendes? —trató de bromear, se miraron mutuamente, Adrien asintió con una media sonrisa.

Una vez más abrió la puerta, el ascensor todavía no habría la puerta, tras ver a su Kwami esconderse caminó hasta su secretaría, está negó inmediatamente con la cabeza, logró deducir que estaba ahí para preguntar nuevamente por cierta azabache, era imposible no notar cada vez que abría la puerta para ver si ya había llegado.

—¿Necesita algo más joven Agreste?

—ammm —buscaba un motivo para estar cerca del elevador _¿Mi padre ha llegado?

—lamento decirle que no soy acreedora de esa información, pero con gusto podría preguntar.

—por favor —pidió, ojeo su alrededor, su padre trabajaba en el piso siguiente, solo una puerta lo separaba de donde se creaba la magia. De nuevo se hizo esa pregunta existencial ¿Por qué es la empresa era literalmente un laberinto? En realidad había un piso entero para cada cosa, un piso era solo para la cafetería, y como la empresa tenía muchos trabajadores. Observó aquella puerta abrirse, una mujer de alta estatura, melena de color rubio pálido y ojos lilas caminaba mirando sus fotografías —Allegra —la llamó, la fémina alzó la mirada, sonrió acercándose a él.

—buenas noticias —le mostró su arte —esta tarde comenzará a venderse la nueva línea de ropa, esto es delirante.

—absolutamente —sonrió —tengo una duda.

—¿Cuál?

—¿Por qué este lugar es inmensurable?

—esa preguntas es más para su padre, joven Agreste.

—cierto —soltó una pequeña risa —sabes —colocó su mano alrededor de sus hombros, señaló el elevador —dentro de segundos, las puertas se abrirán y saldrá el amor de mi vida, la persona que amo más que nadie en este mundo —hablo ilusionado y con aire soñador —por ella sigo vivo.

—se nota en su mirada que está loco por ella —se alejó sonriendo.

—exactamente, la amo...

Las dos mujeres lo miraron, su mirada perdida y soñadora. Colegiaron que pensaba en ella, y no se equivocaba. El sonido típico del elevador los hizo girar la cabeza a los tres, Adrien amplió su sonrisa recargándose un poco la pared, sus ojos conectaron inmediatamente con el iris azul intenso de la diseñadora, tragó saliva; el pequeño golpe dado por Allegra lo hizo salir de su trance, ella venía de la mano de un chico, su prometido.

El chico pensó rápidamente en aquello de "la tensión se sentía en el aire", volvió a tragar saliva, miró a su secretaria buscando apoyo, Giselle suspiró tomando su teléfono haciendo una rápida llamada; observaron a la pareja de recién llegados caminaban con demasiada lentitud a decir verdad. Adrien volvió a observar los papeles que le había entregado Allegra.

Y Tomaste mi mano... [Terminada] #PremiosLadybugTLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora