Cosas.

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En las tinieblas, y no solo por falta de luz, en el conticinio, la melancolía se apropia de las almas en pena.

Alexander caminaba con el celular en mano, escuchaba el sermón de la fémina sin ánimos, se estaba quedando sin dedos para contar las veces que repetía lo mismo, rodó los ojos, caminaba sin rumbo fijo.

Se detuvo justo en frente de un bar, no debía ir a tomar, suspiro seguía escuchando hablar a la mujer, aunque escuchará su discurso en realidad no prestaba atención.

-digo, dejala, vuelve, los dos estarán mejor.

-K, por favor, yo la amo.

-¿Ella te ama?

-sí, lo hace y mucho.

-si tu lo quieres creer, lo repito mil veces, pero sigues sin prestar atención.

Alexander rodó los ojos molestó, estaba harto de que siempre repitiera lo mismo, una y otra vez. Se alejó del lugar sin mucho ánimo, la última vez que se emborracho fue un desastre, aunque seguía tomando, moderada su consumo de aquella bebida. Entro a un café de 24 horas, una joven mucho más joven que el movía desesperadamente los dedos sobre su teléfono.

Tras ordenar un café, se sentó lo más alejado de la puerta, "asombroso" pensó, al otro lado de la línea, la pelinegra se acomodaba frente al portátil, no podía negar que estaba cansada, pero era su amigo, su obligación​ era ayudarlo.

-sabes, ahora no sé porque sigo con ella.

-al fin te das cuenta.

-ella... Ella me engaño -su voz sonaba apagada -.fue capaz de decírmelo, e incluso lloró frente a mi.

-¿En serio fue capaz de hacer eso?

-si, admitió que se dejó llevar por el deseo, pero solo fue un beso, tal vez más.

-increíble -murmuró molesta.

-el la invitó a cenar, ya van dos veces -bajo la mirada -esos días tengo que quedarme "trabajando", aunque ella está todo el día trabajando, algunos días se ve más feliz que otros, lastimosamente me contagia su emoción -suspiró -la amo y no puedo negarlo, es mi vida...

-Alex...

-realmente París me encanta, solo es el, si no estuviera todo sería mejor, no discutíamos en Londres, pero desde que pusimos un pie aqui, las peleas estúpidas iniciaron.

-oye tranquilo, si su destinó es estar juntos, no importa que se quiten o quieran huir, terminarán juntos.

-quiero creerlo -vertió un poco de azúcar en su taza de café -como sea, todo está cambiando, no sé si es mi pasado, pero es cierto, me estoy volviendo más machista.

-tu quieres proteger su relación, hablas de más por cuidar lo que cultivaste por años, lo que comenzó en un cine.

-eso no justifica el que crea que es de mi propiedad.

-no lo discuto, mas admito que eres muy bizarro.

-la verdad no -soltó una pequeña risa -sabes, nunca tuve tanto miedo como ahora, me estoy convirtiendo en lo que siempre odie.

-eres un chico que ahora depende de su prometida, me has decepcionado, estás realmente enamorado.

-desde hace muchos años -esbozó una sonrisa -ya es tarde.

-no te creo -bromeó -¿Dónde estás?

-en un café -contestó -es raro, yo aquí en un café en la madrugada, hablando contigo sobre mis líos amorosos, ya dilo.

Y Tomaste mi mano... [Terminada] #PremiosLadybugTLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora