Y Tomaste mi mano... [Terminada] #PremiosLadybugTLE

Visualizar es fácil.

Ya habían pasado varios meses desde que volvieron de vacaciones, Marinette cumplió su promesa mudándose con el rubio.

Era primavera, las flores florecían y las avecillas seguían su canto.
El Agreste se levantó temprano, preparo un desayuno en la mesa, junto a una pequeña tarjeta, regreso a la habitación que compartía que con pareja, ella continuaba recostada, sonrió visualizando cómo sería aquella noche. Se acercó besando su frente, la azabache se removió.

—amor —llamó Adrien desde la habitación —¿Tienes algo que hacer esta noche?

—no lo sé, tu dímelo —entro a donde el chico estaba cruzando sus brazos —ya que si no mal recuerdo, ayer por la noche un gato fisgón estaba revisando mi agenda.

—no llegue al día de hoy.

—pues, está noche no tengo nada que hacer, pero ahora sí.

—¿Qué har... —el chico se calló al sentir el impacto de la mano de su contraria de su mejilla, esbozo una mueca de dolor.

—no debes agarrar mis cosas y fingir que las tiene el perro que no tenemos, al menos hubieras culpado a Plagg.

—¡Oigan! No me metan en sus problemas.

—shhh Plagg —calló —soy tu estúpido —se recostó a su lado para abrazarla  —ahora tienes que hacer otra cosa.

—¿Qué tengo que hacer?

—consentir a tu gato.

—¿Cuál gato?

—este gato tonto tuyo —la recostó en la cama mientras sonreía lascivamente —Alya pasará por ti dentro de una hora —susurró besando sus labios —tenemos solo una hora —dicho esto ambos rieron recostándose mientras se abrazaban, Adrien intercalaba besos a su nariz, melena, labios, mejillas.

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—el desayuno está servido Mari, Alya llegará en media hora, iré a trabajar, te amo.

—te amo —la ojiazul entre abrió sus ojos, hizo un puchero, seguían recostados en su lecho —que te valla bien cariño —beso su mejilla —gracias por el desayuno.

—lamento no quedarme contigo, pero tengo muchas cosas que atender, te veo más tarde, ya pasamos una hora juntos.

—no te preocupes, esperaré que llegues, deseo verte.

—solo unas horas Bugaboo —beso de nuevo su mejilla —adiós, cámbiate, no creo que a Alya le gustaría verte así, aunque a mí sí —dejo un beso en su cuello.

—gato tonto, vete de aquí.

—no me corras, te veo más tarde —repitió, se levantó de la cama, dio vario pasos, hasta salir por completo del lugar.

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—hablemos seriamente Adrien —Lila estaba en su oficina con una mirada penetrante, el rubio sonrió, ya sabía de qué se trataba —¿Estas completamente, absolutamente, seguramente de esto? —preguntó.

—Lila, sabes que sí.

—¿Cómo puedes asegurarlo? —cruzó sus brazos recargándose en su asiento —tienes que prometerlo, jurarlo, firmarlo.

—¿Por qué tantas preguntas? Lila, me conoces, amo a Marinette.

—claro, pero ¿Cómo me aseguras que cuidarás a Marinette con tu vida?

—ya lo he hecho.

—¿Cómo se lo pedirás?

—¿Recuerdas lo que hicimos hace unos días?