Tal vez, en otra vida

Once

—Jared, se supone que este mapa dice que el museo queda por la derecha.— frunzo mi ceño y vuelvo a girar el mapa.

¿Quién creó esta cosa? ¡No tiene ni pies ni cabeza!

Jared ríe y guarda el mapa, me sonríe y se acerca a una señora que paseaba un lindo cachorro.— Buenas tardes, ¿nos podría decir en dónde queda el museo, por favor?

La señora nos mira y luego ve nuestro mapa un poco arrugado en el bolsillo de mi mejor amigo, ríe y carga al cachorro. Me sonrojo y ella me sonríe.

—A la vuelta de esta esquina, cruzan la calle a la derecha y siguen dos cuadras abajo.— Jared le sonríe y le da las gracias.— Son una linda pareja.

¿Qué?

Jared sonríe y toma mi mano, frunzo el ceño y él me sonríe.— Muchas gracias.

Doble, ¡¿qué?!

Ella deja al cachorro a sus pies y se despide. Jared me lleva por las calles sin soltar mi mano. Voy a morir. Al llegar al museo, me separo para ver algunas obras arquitectónicas y él saca su cámara y me saca fotos descuidada.

—Jared, para.— cubro mi cara y el vuelve a sacar otra foto de mi.

—Es inevitable.