Dieciséis

226 17 2
                                    

Subo, giro, bajo, me extiendo, giro y caigo nuevamente. ¡Vamos, es sólo una rutina!

—Fosters, ¿te sientes bien?— la voz de la instructora me saca de mis pensamientos. Parpadeo y asiento desorientada. Su ceño fruncido se hace presente.— Lo personal, fuera del salón.

Asiento con la cabeza nuevamente. Me coloco en posición y comienzo de nuevo.

(...)

—¡Es todo por hoy, señoritas!— la instructora para la música y acomoda su blusa con una gran sonrisa.— Las espero mañana a la misma hora. Fosters, repasa el último paso y estaremos listas.

—Lo haré, señorita.— sonrío tomando mi toalla y agua. Mis compañeras se despiden y la instructora sale del salón.

—¡Ross, te veo en la cafetería a la misma hora de siempre, no me dejes varada allí!— Jenny exclama haciéndome sobresaltar. Río y sale del aula  con su habitual sonrisa.

Jenny es una rubia de estatura promedio y lindos sentimientos, es la segunda mejor bailarina de la academia, realmente es buena.

Guardo mi IPad y tomo mi mochila para alistar mis cosas. Me despido de las demás compañeras y salgo con mi saco puesto. El invierno está en el tiempo más fuerte. Bajo al primer piso y saludo a las chicas de iniciación.

Paso por recepción y me despido de Anna, para luego sacar mi gorro y colocarmelo.

De Jar:

Necesito hablar contigo, Ross.

Frunzo el ceño y guardo mi celular. Ese mensaje no me agrada para nada.

—¡Ross, espera!— escucho el grito de Anna y detengo la manilla de la puerta. Giro mi rostro y la encuentro rebuscando entre una pila de papeles. Observo la hora en el reloj y ella gruñe, suelto una risita y me acerco para ayudarla.

—¿Debo llenar un formulario?— toqueteo el mármol bajo mis dedos y ella niega con un sonido nasal.

—¡Aquí está!— celebró al encontrar un sobre dorado.— Lo encontré el viernes junto a las escaleras, tiene tu nombre.

¿Mi nombre? No recuerdo haber dejado algún sobre, y mucho menos ese.

—¿Estás segura?— dudo al tomarlo y ella vuelve a sonreír.

—Seguro es un admirador.— Niego divertida y ella vuelve a teclear en su computadora. Salgo de la academia y observo el sobre.

Rossie Fosters.

Bueno, no creo que pase nada si lo abro, ¿o si?

Tal vez, en otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora