Treinta

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«Señorita Rossie Fosters, un cordial saludo.
Usted ha sido admitida en nuestra prestigiosa Universidad. Esperemos sea de su agrado, y esperamos contar con su asistencia el próximo mes...»

Repito las palabras escritas en aquella carta, sin poder creer que realmente fui admitida. Estuve esperando esto por muchos años, queriendo estudiar en aquella universidad, haciendo realidad mis sueños.

...

—Hola, pequeña.—Jared acerca sus labios a mi cien y deposita un pequeño beso. Trago el nudo de mi garganta sin poder creer que realmente no recuerde nada de lo que pasó hace dos noches.— ¿Cuál era la sorpresa que tenías para mi?

Sonrío y entrelazo mis brazos sobre su torso. Si mi amor no será correspondido, al menos seré feliz con su amistad.

—Yo... me iré a estudiar a Inglaterra, fui aceptada en la universidad.— suelto bajando la mirada. Jared me observa perplejo, siento como cada parte de su cuerpo se tensa. Mis ojos buscan los suyos y al ver mi temor,  trata de sonreír.

—Felicidades, lo mereces.—me dejo abrazar por él y cierro los ojos conteniendo las lágrimas.— Espero y les demuestres a todos que eres excelente estudiante.

—Gracias, igual tú.—él asiente en silencio y me abraza más fuerte.— Mi vuelo sale mañana a las 10:15 am.

—Allí estaré.—susurra depositando otro beso en mi cien.

(...)

Observo como todos comienzan a abordar el avión y me giro hacia la entrada, con un nudo en la garganta.

—¡Ross!—escucho su voz y en ese instante, mi corazón deja de latir.

—Pensé que no vendrías.—susurro abrazándome a él. Sus brazos me rodean fuerte y el olor de su perfume se impregna en mi nariz.

—No me gustan las despedidas, pero no dejaría que mi mejor amiga se fuera sin despedirse de mi.—sonríe conteniendo sus ojos cristalizados.— Hey, igual te visitare. No te librarás tan rápido de tu mejor amigo.

Lo abrazo nuevamente y trato de guardar ese momento en mi memoria, su olor, su sonrisa. No logro contenerme más y lloro en su pecho.

—Pequeña, nos volveremos a ver. No llores.—besa mi cabello y me seca las lágrimas. Observo sus facciones y me contengo de no besar sus labios.

—Jar, necesito decirte algo.—trago el nudo en mi garganta y me alejo un poco. Él me sonríe y asiente esperando.— Me enamoré de ti. Llevo enamorada de ti desde muy pequeña.

—¿Qué?—parpadea y su sonrisa desaparece. Trago nuevamente y dejo que las lágrimas corran. Suelto su torso y me alejo. Jared se aferra a mi antebrazo tratando de que le dé una explicación.

—Lo siento.—susurro alejando sus dedos de mi piel, para luego voltear me hacia mis padres. Les sonrío, me despido y abordo el avión.

Doy una última mirada y observo la confusión en su rostro.

Tal vez, en otra vida, Jar.

Tal vez, en otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora