Capítulo 3.5: "Un sueño extraño"
[Miercoles 23 de Agosto del año 2015 a las 2:05 horas]
≈Narrado desde el punto de vista de Armin≈
Era una de las tardes cálidas, y había un chico de orbes azules que aparentaba tener unos 9 años de edad cuando se encontraba en un parque, leyendo algún libro en particular, la luz del sol alumbraba las páginas del libro haciendo que se facilitara su modo de lectura, pero una silueta se interpuso en el efecto del sol hacia el libro, el niño rubio volteó a un lado suyo y estaba otra vez aquellos tres chicos que siempre le molestaban constantemente en el parque.
Uno de los chicos lo tomó del cuello de la camisa y lo aventó haciendo que cayera al suelo. El ojiazul empezó a lagrimear, suplicando que lo dejaran en paz, pero sus intentos fueron en vano, mientras uno de los tres chicos le pateaba las piernas, otro se reía y el más grande le decía lo inútil que era.
De pronto, un niño castaño acudió a los llantos del rubio desde lo lejos, y llegó a donde estaba el ojiazul y golpeó a los malhechores de ahí haciendo que se alejaran de su mejor amigo.
-¿Te encuentras bien?- dijo el niño castaño extendiendo su mano para levantar a su mejor amigo.
-Si, gracias.- agradeció el rubio tomando su mano y se puso de pie.
-Oye, estas muy golpeado, ¿no quieres que te lleve a tu casa?
-No, estoy bien, gracias.- agradeció de nuevo.
El niño castaño llevó al rubio hacia una heladería, en donde le invitó un helado de sabor vainilla y el castaño pidió de chocolate.
Ambos niños se sentaron en una banqueta comiendo de su helado mientras contaban los autos de color rojo que iban pasando.
Pasaron la horas y empezó a atardecer, los niños contemplaban los colores que del cielo se estaba tiñiendo en ese momento, al chico de orbes azules le encantaban los atardeceres, siempre se quedaba asombrado por sus colores, sus ojos se abrían al ver tan semejante fenómeno de la naturaleza mientras que su amigo le miraba tiernamente.
-¡Mira el cielo!
-Lo sé, es hermoso, pero aún más cuando es en una playa.
-¿¡De verdad!? ¡¿Cómo es ahí?!- preguntaba el rubio curioso y a la vez fascinado por lo que le decía su mejor amigo.
-¿Qué acaso nunca has ido a la playa?- el rubio negó moviendo la cabeza lado a lado.-Bueno, entonces, un día, iremos juntos a ver el atardecer en la playa, sintiendo el agua salada en nuestros pies.
-¿¡Hablas en serio!?- dijo entusiasmado con un notorio brillo en sus ojos y un leve rubor en sus mejillas.
-¡Es una promesa!- después de aquello, el niño de tez pálida miró al de tez morena.
-Oye...- llamó el rubio a su mejor amigo.
-Dime.
-¿Siempre seremos mejores amigos, verdad?- preguntó el rubio feliz, tomando la mano del castaño y apretándola levemente.
-Claro que si, siempre lo seremos, pase lo que pase.- dijo el niño castaño para luego abrazarlo.
-Te quiero, Teren.
-Y yo a ti, Armont.- dicho esto, un movimiento brusco interrumpió tal escena.
Armin abrió sus ojos haciendo que se despertara de su profundo sueño, estaba todo obscuro, y no creía que se había quedado dormido.