Capítulo 20: ¿Cicatrices?

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Observo mi cuello y mis muñecas, logrando que un dolor se genere con solo mirarlas.
Las cicatrices que me dejo el cuchillo al cortarme, no serán las peores que he visto en mi vida, pero sin duda marcarán mi piel para siempre.
Hoy es la primera vez, que me han permitido pararme desde ese día, dejándome ir a visitar a mi papá.
No puedo dejar de observarlo, los cortes que le hizo Thalía dejaron cicatrices en sus muñecas y en su rostro. Cuando luche por salir, mi madre se aseguró de enterrarle un cuchillo en su muslo derecho. De este último, ni siquiera fui consiente, pues la sábana lo había tapado.
Según los doctores, ese fue el corte que hizo que mi padre se desangrara tan rápido, no fueron los cortes de la muñeca como lo pensaba al principio.
«Sangre» susurra mi mente, unos mareos se apoderan de mí y cuando me da la sensación de que voy a vomitar, siento una presencia en la habitación que me tranquiliza.
«El sonido de la sangre que fluye dentro de la enfermera» así es como vuelven las ganas de querer matar a alguien.
"¿Cómo es que tengo ganas de matar a alguien?" No lo comprendo, ni siquiera podía ver la sangre sin desmayarme hasta que Thalía entró en mi vida.

~~~*~~~

Fingí que todo estaba bien y unos días después, mi padre y yo conseguimos volver a casa en una ambulancia.
A mi padre los médicos lo dejaron en cama, porque aún está muy débil y a mí me dieron al autorización de volver al colegio.
Sinceramente, no quiero volver a esa prisión, no sé que tanto daño habrá hecho Thalía en mi vida.
Mi papá, el lobo como lo llamaba Thalía, ha cambiado mucho.
Cada vez que abro la puerta de su habitación para llevarle comida, se sobresalta. Ya no es el hombre cariñoso que era antes de venir aquí, ahora le tiene miedo a todo y eso me afecta a mi.

La Hija Psicópata (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora