El famoso diseñador de joyas Viktor Nikiforov a desaparecido sin dejar ninguna explicación, después de haberse posicionado como el mejor diseñador con su famosa pieza de colección Agape.
Yuuri Katsuki trata de seguir las huellas de su ídolo Viktor...
- ¿Tengo alguna opción? Tú fuiste él que decidió hacer esto, en primer lugar. – decía enfurruñado el ruso aún dudoso por lo que Yuuri se proponía hacer.
-Ya te lo dije, es hora que dejes de lucir de ese modo. Además, mi mejor amiga Yuko me enseño hace mucho tiempo, como cortar el cabello y no eres a la primera persona que la corto el cabello.
-Con que es así y quienes fueron tus victimas – el tono de Viktor estaba teñido con un sesgo de burla, le gustaba ver como los redondos cachetes del joven se hinchaban cada vez que se enojaba.
-Para empezar mi madre, mi hermana, incluso le he cortado el cabello a mi novio en más de una ocasión y ninguno de ellos se han quejado hasta el momento. – dijo orgulloso el nipón, mientras colocaba una tela que cubría desde el cuello hacia abajo al ruso, era para evitar que el cabello cayera sobre su ropa y le causará molestias.
-Ahhh... tu novio... ¿tienes uno?
El modo en que Viktor hizo la pregunta molestó un poco al castaño – sí, por qué ¿acaso no puedo? O es que piensas que, por mi aspecto, nadie puede amarme. – los ojos chocolate claro de Yuuri estaban fijos en el ruso, realmente estaba molesto.
-No lo tomes de ese modo Yuuri, claro que puedes tener novio y tu aspecto físico no tiene nada que ver en quien eres. Si de algún modo te ofendí me disculpo, no quisiera que me dejaras calvo en venganza – dijo divertido, quería que Yuuri dejara de estar molesto con él.
-No lo había pensado, pero puede ser una buena opción probar ese estilo – se reía mientras miraba a Viktor con las tijeras en la mano, ambos se miraron en silencio por unos instantes, para luego romper en risas al mismo tiempo; el imaginar al ruso sin cabello les pareció una cómica visión a ambos.
El tac,tac de las tijeras y los mechones de cabello que caían al suelo, eran la evidencia de que Viktor estaba comenzando a confiar en aquel joven japonés, tenía una pregunta rondando en su cabeza y después de tanto pensarlo se atrevió a decirla – Yuuri puedo hacerte una pregunta, sin que te ofendas o lo tomes mal – espero en silencio la respuesta del joven – sí, prometo no enojarme – el ruso lleno de aire sus pulmones para luego liberarlo - ¿cómo es la relación con tu novio? Es decir, confías en él – nuevamente aquel incomodo silencio.
-No comprendo el motivo de tu pregunta, pero mi respuesta es sí, si confío en mi novio. Otabek nunca me ha dado motivo para desconfiar de él, desde que nos conocimos siempre se ha demostrado lo importante que soy para él. – las manos de Yuuri seguían moviéndose ágilmente, ya se podía ver que su trabajo estaba tomando forma.
- Tus palabras solo me dicen que, estas muy enamorado y en algunos casos, eso solo hace que te vuelvas ciego y no veas la realidad. Te doy un buen consejo, no confíes ciegamente en nadie, eso sólo te hace sufrir y es peor cuando eres traicionado por esas personas en quienes confiabas.
-Lo dices por experiencia propia – viktor sólo se quedó mirando a lo lejos, como si buscara algo en alguna parte de la pared – puede que sea eso – ambos se quedaron nuevamente en silencio, Yuuri no pudo evitar pensar en la última vez que había hecho el amor con Otabek, la duda de si él había dicho otro nombre o el suyo seguía en su cabeza.
-Listo ya está terminado – anuncio el joven y le paso un espejo a Viktor para que pudiera ver cómo había quedado su nuevo corte.
-Parece que tenías razón y si sabias lo que hacías, es muy similar al corte que tenía antes de que me creciera el cabello. Ahora solo tengo que depilarme, darme un baño y quedare como antes. - se sentía satisfecho con su nuevo corte de cabello, Yuuri era más talentoso de lo que él se imaginaba.
-Me alegro, cuando termines ponte ropa de salir, yo te esperare afuera y no acepto un no como respuesta – el castaño dejo la habitación tan rápido, que Viktor no tuvo oportunidad de protestar.
Esa tarde salieron al jardín donde el nipón había preparado un picnic, ambos se sentaron sobre una tela azul, conversaron de diferentes temas, miraron el atardecer y comieron en un espacio abierto, fuera de las cuatro paredes de aquella casa. El aspecto de Viktor no sólo había cambiado por fuera, si no que por dentro también, estaba comenzando a cambiar.
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Yuuri se despertó alterado, otra vez había tenido ese sueño; donde una sombra con forma de un hombre que no tenía rostro lo llamaba, desde un espejo. Al acercarse al espejo parecía que esa sombra se convertía en su propio reflejo, pero aun sin rostro, si trataba de tocarlo, la sombra comenzaba a salir del espejo y caminar con las manos extendidas en dirección, hacia donde estaba Yuuri. Cuando por fin estaban lo suficientemente cerca, como para tocarse, ambos eran separados bruscamente y arrojados al vacío; de este modo siempre se despertaba con la sensación de vértigo que le producía el caer al vacío, acompañado de una angustia que no podía describir.
-No, no otra vez ese sueño. – desde que recordaba Yuuri había tenido el mismo sueño y por algunas circunstancias pasadas, siempre ocurría algo cuando tenía ese sueño. – espero estar equivocado, después de todo hoy es mi cumpleaños número veinticuatro y Otabek vendrá este fin de semana, para que lo celebremos juntos – pensar en su amado novio siempre lo animaba.
Como ya se había vuelto costumbre, bajo muy temprano para ayudar a su madre a preparar el desayuno, pero cuando se encontró con ella, se puso muy nerviosa y trato de ocultar algo en su espalda. Conocía a su madre y algo no estaba bien, se acercó un poco, pero ella retrocedió - ¿qué sucede madre? ¿qué estas escondiendo? – su madre solo negaba con la cabeza, tratando de alejarse.
Yuuri sabía que, lo que ocultaba era la causa de su extraño comportamiento, se acercó rápidamente rodeándola y le quito lo que tenía en las manos, pero cuando lo vio hubiera preferido no hacerlo.
Lo que su madre ocultaba era un periódico de circulación nacional, que tenía como noticia de primera plana fotos de su novio, besándose y abrazando a un delgado chico rubio y el titular decía:"Confirmado el romance entre el famoso modelo Yurio y el heredero de los Altin"
"En una entrevista realizada al famoso actor y modelo Yuri Plisetsky, conocido en el mundo artístico como Yurio, nos confirmó personalmente que tiene tres meses de relación con el heredero de los Altin; el joven Otabek Altin y las fotos tomadas por algunos paparazzis nos confirman que así es. Los amantes fueron captados dándose muestras de cariño en más de una ocasión..."
La noticia continuaba, pero Yuuri no pudo seguir leyendo por más tiempo, sus ojos estaban llenos de lágrimas y le temblaban las manos. Miro a su madre con desesperación, ella trato de acercarse para abrazarlo y consolarlo, pero eso no era lo que el joven quería, él quería que le dijera que todo aquello era una gran mentira, una broma por su cumpleaños; sin embargo, ese no era el caso, podía verlo en la expresión de su madre. Con el periódico en las manos corrió hasta su habitación y cerro con seguro para que nadie pudiera entrar, necesitaba estar solo, poder liberar toda la desesperación y el dolor que sentía mientras su corazón se le caía a pedazos.
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Hola mis lindos lectores espero les haya gustado este capítulo, no me sentía muy bien, pero el capítulo ya estaba casi terminado y me pareció una buena idea terminarlo sin darle tantas vueltas.
Me encantaría ver sus opiniones sobre lo que le hizo Otabek a mi lindo Yuuri y lo que piensan que pasara después. Hagan sus teorías y sugerencias; sus comentarios y votos alegran mi día.
