Ya era momento de levantarse del suelo y afrontar los hechos, pero para eso Otabek debía limpiar la herida de su boca, al menos debía lucir un poco más decente y no como si hubiera salido de una pelea callejera. Mientras desinfectaba la herida, sabía que los siguientes en la lista eran sus padres, no podía evitarlos para siempre y entre más rápido hablara con ellos, más rápido saldría de ese trago amargo.
Salió de su oficina, ya no había nadie a esa hora dentro de la tienda, ni las oficinas; buscó su auto en los estacionamientos, para luego conducir hasta la casa de sus padres. Al llegar a la enorme casa de dos pisos, su madre y su padre se encontraban en la sala sentados con rostros muy serios, era como si ya supieran que él iría y lo estaban esperando.
-Buenas noches, padre y madre – saludo al llegar, su padre respondió apenas al saludo y su madre le quito la cara mirando en otra dirección. Era de esperase que ella estuviera molesta; ya que, de ambos ella era quien más cariño le tenía a Yuuri, desde el momento en que lo conoció lo consideró parte de la familia.
- Te atreves a venir a esta casa ¿como si nada hubiera pasado? ¿Tan descarado te has vuelto? – los ojos de su madre lo miraban de manera penetrante, era muy contada las veces que ella lo había visto de ese modo; ya que una de sus principales cualidades es que era una persona compresiva y dulce. Otabek solo pudo agachar la cabeza en respuesta, no podía mantener la mirada en su madre.
-Lo siento, nunca quise que las cosas llegaran hasta este punto. Yo asumiré la responsabilidad de mis errores.
- ¿Y cómo piensas hacer eso? hoy hable con Hiroko, para disculparme y decirle que no tenía idea de lo que estaba pasando ¿sabes lo que me dijo? – los ojos de Elena Altin se comenzaron a llenar de lágrimas cristalinas y su hijo sintió como su corazón se encogía de dolor – me trato con la amabilidad de siempre, me dijo que entendía que lo sucedido no era nuestra culpa ¿cómo crees que me sentí en ese momento? y lo peor fue cuando me dijo que Yuuri estaba delicado de salud por la impresión de la noticia – sus lágrimas caían sin control – ese pobre chico está pasando un mal momento y aun así su madre tiene la nobleza de tratarme con gentileza. Como madre puedo entender su dolor, al ver a su hijo sufriendo y me siento sumamente avergonzada por no haber criado bien a mi hijo.
-No madre, usted no hizo nada malo... yo fui quien se equivocó – Otabek trato de acercarse a su madre, para consolar su llanto; pero ella se levantó se su asiento y evadió su cercanía. Hizo un segundo intento, pero en esta ocasión solo logro que su madre perdiera la calma, por primera vez en toda su vida, ella levanto su mano y le dio una cachetada.
-Yo... yo, debí haber hecho esto antes. Siempre te apoyé y te consentí muchas cosas; tal vez ese fue mi error. Por ahora no quiero verte, has lo que tengas que hacer y al menos dale una disculpa que valga la pena a ese pobre chico, que lo único que hizo mal fue quererte sinceramente. – Elena dejo la sala y subió al segundo directo a su habitación.
- ¿Feliz? – dijo el padre de Otabek. Es cierto aún faltaba su padre recordó.
-No, me duele ver a mi madre llorar y más si yo soy el responsable.
-Hoy lograste algo que sólo se ve pocas veces en la vida. Hiciste que mi dulce Elena realmente se enojara y a tal punto que hasta se atrevió a levantar su delicada mano para pegarte, eso me dejo muy impresionado.
-Ahora es tu turno padre. – espero resignado.
-Yo sólo te voy a decir un par de cosas, la primera es que, si de alguna manera las tiendas se ven afectadas por este escándalo, tú serás el único responsable de los daños y perderás mi apoyo en ese momento. Lo segundo es que en este hogar nunca se te dio esta clase de ejemplos, no te niego que he tenido tentaciones; pero hay que poner todo en una balanza y ver hacia donde se inclina con más fuerza; nunca me hubiera perdonado, si por un rato de pasión los hubiera perdido a ti y a tu madre.
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Mi Preciada Joya: Agape y Eros
FanfictionEl famoso diseñador de joyas Viktor Nikiforov a desaparecido sin dejar ninguna explicación, después de haberse posicionado como el mejor diseñador con su famosa pieza de colección Agape. Yuuri Katsuki trata de seguir las huellas de su ídolo Viktor...