✔ Day 13 ✔

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Comiendo helados:

Hacía demasiado calor ese día en especial. Towntrap se encontraba prácticamente cara a cara con el ventilador de su habitación, casi sentía el sudor recorrer su frente. Springtrap estaba echado con total libertad sobre la cama ajena, con un abanico en mano y echándose aire con este. Las ventanas abiertas e inclusive las cortinas, y pese a todo esfuerzo, se sentía el sofoco en la pieza

El rubio bufó con fastidio, dejando caer su brazo sobre la cama. —Agh, no tiene caso —se quejó— ¡hace demasiado calor!

El pelinaranja hizo la misma mueca de disgusto, conforme al completo con lo que le decía su contrario, hasta que se le ocurrió una de esas brillantes ideas ocasionales(muy recurrentes en realidad)

—Hey, Spring —llamó al mayor. Este hizo un movimiento ligero de cabeza, para darle a entender que le daba de su total atención — ¿Vamos a por unos helados?

—¿Me lo estás preguntando? —el oji-gris hizo un gesto ofendido. Towntrap puso los ojos en blanco, sonriendo de lado a la acción de su amigo— ¡Claro! —y de prácticamente un salto, el mayor se puso de pie. Bueno, sí, cuando tenía prioridades se ponía a toda marcha y esa vez un delicioso helado era de esas

Le extendió la mano al aún recostado, el cual la aceptó y se acomodó a un lado suyo. Casi de inmediato, se dirigieron hacia la puerta de la habitación, la abrieron y salieron por esta para ir a la heladería que les quedara más cercana. En esta ocasión, esa era una cercana a la plaza

•  •  •

—Uno de mango y mandarina, por favor —ordenó Towntrap, sonriente hacia el joven que atendía, este le devolvió la sonrisa, asintiendo. Springtrap sintió una ligera incomodidad que se decidió por dejar de lado en ese momento

—Y otro de limón con manzana —dijo el rubio cenizo, tomando por inercia la mano izquierda de Towntrap quien sólo rió enternecido por esto y por la expresión de molestia reflejada en el faz del mayor. Tal vez no era tan raro que alguien se pusiese celoso pero es que Springtrap no solía serlo tan seguido, y cuando lo hacía, ciertamente se le hacía encantador

—En un momento se les servirá, tomen asiento, por favor

Obedeciendo al pedido del muchacho, la pareja de amigos se encaminó hacia una pequeña mesa del acogedor establecimiento, donde se dedicaron a entablar una animada charla de temas triviales que se les ocurriese. En poquísimos minutos, una chica cualquiera que empleaba ahí, junto con un "Aquí tienen" y una sonrisa, les entregó sus respectivas órdenes. Igual de veloz como llegó, se fue sin más que decir

Ambos comían con la calma característica suya. Tal vez no hablaban demasiado por la ley de "No hablar con la boca llena" pero con el hecho de simplemente saber que esa persona especial estaba a su lado

Era suficientemente cómodo el permanecer en silencio

✔ 30 DAYS OF SPRIWNTRAP ✔ #FNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora