✔ 30 DAYS OF SPRIWNTRAP ✔ #FNAFHS

✔ Day 8 ✔

De compras:

—¡Vale, esto será muy sencillo! —dijo Towntrap tan emocionado como solía. El rubio cenizo sonrió de medio lado y posteriormente sacó una hoja de papel doblada de su bolsillo, extendiéndosela al menor. Este la tomó de inmediato—. Sólo debemos conseguir todo lo de esta lista y ya estará

—Bueno, sí, pero... —le preguntó el mayor, un tanto perdido en las diversas y específicas secciones del supermercado, más que nada porque no frecuentaba el ir a ese tipo de lugares— ¿Por qué se supone que yo estoy aquí?

—Porque me amas, claro —rió el oji-naranja, ruborizando al contrario, que no dijo nada—. También porque se supone que hoy íbamos a ir al cine pero como tenía cosas que hacer y no querías perder nuestra salida, me acompañaste —explicó un poco divertido, sonriendo

—... —el rubio suspiró resignado a hacerse cargo de sus propias elecciones—. A la próxima... Por favor recuérdame pensar mejor las cosas antes de hablar

—Hey, tampoco es tan malo —Towntrap rió, entrelazando su mano con la del mayor. Contrarrestando lo frío de esta con su propia calidez— ¡será divertido!. Siempre lo es cuando estoy contigo

—Las cosas que hago por ti, eh, me debes muchas —intensificó suavemente el agarre. Towntrap sólo asintió entre risas

Después de eso, continuaron caminando por los pasillos del inmenso(según Springtrap) súpermercado, empujando con ellos uno de esos característicos carritos de compras recogiendo a su paso, cada uno de los productos en la lista de papel que el menor traía en su otra mano, leyéndola de vez en cuando para recordar. Claro que las palabras no se esfumaron ya que siguieron charlando, sin dejar de cumplir el recado, bromeando y haciendo esas cosas ridículas que les gustaban. Era muy divertido, tal y como Towntrap había predicho antes

—Oye Spring —dijo el oji-naranja de un momento a otro, tomando una caja de cereal y leyendo la etiqueta. Springtrap soltó a un acotado “¿Sí?”— creo que a mi tía le caes bien —sonrió

—¿Eh, enserio? —interrogó entusiasmado. Estaba tan contento de tener la confianza de alguien tan importante y cercano a Towntrap. Como un gran honor que le era concedido tan de repente

—Sí, me dice que hasta nos dejaría salir como pareja, que le pareces un buen partido para mí —ambos echaron a reír aunque en realidad si que lo estaban considerando muy notablemente. Por lo que ignoraban del todo que estaban sonrojados

—Pues me parece perfecto, porque eso no me molestaría para nada —susurró el rubio cenizo, tomando con suavidad la mano del menor. Logrando que unas grandes sonrisas se plasmasen sobre sus labios

—Je, sí —intensificó el agarre con cariño, dejando el producto que compraría dentro del carrito de compras. Prosiguieron caminando, sin soltar su agarre por razón alguna. Era demasiado cómodo. Para los dos, de forma mutua

•  •  •

—Sólo un poco más, ya casi lo tengo —el pelinaranja se encontraba de puntillas y siendo sujetado de la cintura por las manos de su amigo, quería alcanzar un frasco de salsa de tomate que se encontraba en la parte más alta del estante. El oji-gris lo miraba enternecido, ya que hacía un pequeño puchero

—¿Seguro que no quieres que yo-?

—No, yo puedo hacerlo —se quejó, infantilmente. Springtrap puso los ojos en blanco hasta que finalmente, el menor tomó entre sus manos el objeto con una sonrisa victoriosa

—¡Ja!, ¿lo ves? —al ser bajado, Towntrap empezó a presumir el frasco, sacudiéndolo frente al rostro de su “amigo”. El mayor rió, antes de depositar un corto y cariñoso beso en la frente del más bajo

—Venga, vámonos ya, a lo mejor alcanzamos para ver la función de la película a las 5, ¿qué tal? —invitó. El chico de apariencia felina asintió enérgicamente antes de apurar su paso para dirigirse a la caja de compras

No desaprovechar en lo mínimo ningún momento de ese día. Y cuando terminaron por salir del centro comercial, dejaron las compras en casa del menor respectivamente, saludando a los tíos del chico de acento español. Para luego salir despidiéndose, e ir al lugar de su cita. En el cine, con una película que planeaban ver desde hace mucho. Sí, Springtrap podía hacer esa rutina todos los días si es que podía divertirse así con Towntrap. Y el pensamiento de este, no estaba tan alejado a ese