Our Angel (One Direction & tú)🌙

Capitulo 14.

Cuando entre en la sala ya estaban todos sentados mirandome atentamente.

- ¿Se podría saber a que se debe su agradable visita? -pregunté rodando los ojos.

* * * * *

- ¿Qué? -Pregunté- ¿PORQUÉ?

- No es obligación, querida -Dijo Harry mirandome mientras sonreía con esa estúpida sonrisa triunfadora.

- Tú quieres cosas que complementen tu aprovechamiento academico para tener una beca, que realmente no entiendo porque si tú respiras dinero, y nosotros necesitamos salir con buenas calificaciones -Louis chasqueo la lengua.

- Ellos dicen que eres buena persona -complementó Liam.

- Y que nos guíaras por buen camino -Finalizó Zayn.

- ¿Creen que después de todo lo que me han hecho voy a acceder?

Niall abrió la boca para decir algo pero no lo dejé hablar.

- Ni loca. -Me negué.

Podía ser que esto me beneficiará, pero no, ¿creen que es así de fácil? No.

- ¿Porqué no? -Harry subió su tono de voz un poco, se dió cuenta y se disculpo.

Niall quiso hablar, pero lo interrumpió Liam.

- Esto te beneficia, creemos que es buena idea.

- Los beneficia a ustedes.

- Mira ____ -habló Louis enojado- No te vamos a rogar, ¿esta bien? -me tomó de la mano y la apretó- podemos destruir tu futuro con solo hacer una llamada. O nos ayudas, o te olvidas de tu beca. ¿Entendido? Tienes hasta mañana para decidir.

- Nos vamos -Dijo Harry.

- Y una cosa más -se detuvo Liam intentando sonar grosero, pero me enterneció- le deberás enseñar básquet a Niall.

Salieron de mi casa dando un portazo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Toda la noche pase buscando información de la junta directiva de las escuelas a las que quería ir. Y en todas ellas estaban los nombres de los papás de ellos.

Era una gran casualidad. Una mala casualidad.

Bueno. Solo son tutorías, ¿no?

* * * * *

Me desperté temprano. Me senté en cama, con mi laptop en mis piernas y me puse a buscar departamentos cerca de aquí. Después de buscar al rededor de 15 minutos deje de buscar y camine hacía la cocina. No tenía apetito de nada, y el día anterior no había cenado nada. Decidí que comería por mi escuela.

Fuí al baño para lavarme los dientes, y lavarme la cara. Camine hacia mi habitación y limpie mi cama. En mi closet me di cuenta que necesitaba ropa nueva. Pero no le dí mucha importancia. Me puse un vestido no tan largo, ni tan corto. Como 3 dedos encima de la rodilla. Muy bonito. De color rosa. Y me puse unos tenis blancos. Me sujete el cabello y tome mi mochila. Metí mi laptop y mi celular en ella. Tome el autobus de nuevo porque no podía pedalear con vestido. Al llegar a la escuela busqué por todos lados a los chicos para decirles mi respuesta. Pero ellos no estaban en ningún lado.

Las primeras clases las pasé normal. Estuve ensayando en mis clases libres.

En el receso me senté en el jardín, aún sin ganas de comer a buscar departamentos. Buscaba un departamento chiquito, pero bonito. Quería mudarme antes de encariñarme con esa casa.

Cuando tocaron la campana para regresar de nuevo a clases, camine hacía mi casillero. Y ellos estaban hablando con las amigas de Perrie. Aunque Zayn estaba comiéndose a Perrie.

Me dirige a ellos y me miraron muy raro.

- Hoy en mi casa, ¿a las 4? -Dije directo.

- ¿Quién eres? -Pregunto Harry fingiendo.

- ¿Van a negar que fueron a mi casa ayer? -Me hice la inocente- ¡Hasta nos tomamos una foto!

- ¿Zayn? -Habló Perrie exagerando- Imbécil.

Perrie hizo un lado a Zayn ignorandolo. Zayn me miró y le sonreí inocente.

- Quitate -Dijo y me empujó dejándome en el piso.

Corrió tras Perrie. Los chicos me miraron tirada en el piso. Mis ojos se llenaron de lágrimas por el golpe, y me levante yo sola.

En las últimas clases no los volví a ver. En la salida camine fuera de la escuela para ir a tomar el bus. Perrie me miró cruzada de brazos y enfadada.

- No te acerques a él, sigue soñando con quererlo. Pensé que al regresar serías más buena y mejor, pero veo que sigues siendo la misma escoria de siempre.

- No lo quiero Perrie -Sonreí inocentemente- ¿porqué querría las sobras de los animales?

- Estúpida -Dijo lanzándose a mí, aunque cayo al piso.

- Deja de humillarte.

Me miro enojada y se fue caminando moviendo las caderas exageradamente.