Our Angel (One Direction & tú)🌙

Capitulo 47

-Narra Zayn-

Había pasado todo el camino regreso a casa pensando en lo que había dicho Perrie. Era cierto. Nosotros le habíamos hecho tanto daño. Solo por tener miedo, miedo a que ella nos quisiera.

Nosotros le hacemos daño. Y aunque no quisiéramos terminariamos haciéndole daño sin darnos cuenta.

- Zayn -Habló Liam.

Salí de mis pensamientos y lo miré. Estaba parado fuera del carro viéndome.

- ¿En que piensas?

- Nada -Contesté.

Salí del carro y entre a nuestra casa seguido de Liam. Me senté en el sillón al lado de Harry quien jugaba con Louis. Y a mi lado se encontraba ángel.

Me acerque y recargue mi barbilla en su hombro. Me encantaba ese olor a vainilla que tenía. No olía como otras chicas, no olía a perfumes caros que te asfixian. Olía a vainilla, un olor natural, que te hace querer seguir oliendolo.

- Zayn -Habló ella-, te notó distraído. ¿Pasa algo?

Suspire pesadamente.

- ¿Te hemos hecho mucho daño, verdad? -Pregunte susurrando.

- ¿A que viene eso? -Pregunto mirándome a los ojos.

- Contesta.

- Zayn -Me miró enternecida-, no pienses en ello. Los quiero así como son.

- Sabes que nosotros te amamos, ¿verdad?

- ¿Qué? -Dijo sorprendida y sonrojada.

Sonreí y la bese. Ella me correspondió lentamente, sin prisas. Pero poco a poco el calor entre nosotros de hizo presente.

La tome de la cintura atrayendola más a mi intentando conseguir más de ella. Ella torpemente se acercó a mí y besé su cuello.

- ¡Hey! Dejen de fornicar en el sillon -Se quejó Harry.

Ella rió y se sonrojo.

Tomé su mano y me levanté para caminar escaleras arriba. Ella me seguia despacio.

Al llegar a mi habitación entramos y ella curiosa miro a todos lados.

- Wow, esta habitación es muy...

- ¿Sucia? -Dije.

- Varonil. Paredes azules, una computadora, pósters de green day, condones en tu escritorio... -Rió y alzó las cejas repetidamente.

Reí y me acosté en la cama y ella se acostó a mi lado.

- Te quiero Zayn -Dijo recargandose en mi. - Te quiero mucho.

Di un pequeño beso en su cabello y me relaje a su lado. En pocos momentos nos habíamos quedado dormidos.

Desperté y la escuche quejarse. Abrí los ojos y ella se removió incómoda.