14/2. Que comience la fiesta

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Ellas no sabían si ir después de todo no habían pasado más de tres días del incidente ocurrido en su colegio en dónde muchas personas murieron, ellas sabían que no eran correcto ir, debían guardar luto o al menos eso sabían Danissa ya que Milena si estaba decidida a ir ¿Por qué? Porque es Milena, la más rebelde del trío de amigas y fue así como las convenció.

Daniela y Melissa aceptaron ir pero no por mucho tiempo y Milena lo aceptó también, ellas quedaron en ir a partir de las siete y media de la noche.

Ya se acercaba la hora en que habían acordado así que Danissa ya se dirigía primero a ir por Milena.

—Mile amorcito ya llegamos —dijo Daniela alzando su voz para hacerse escuchar mientras tocaba la puerta de la casa de la abuelita de Milena un par de veces.

—Mile vamos —exclamó Melissa para que Milena sepa que ella también la estaba esperando.

—¿Quién es? —preguntó desde su cuarto alzando su voz, el cuarto de ella no estaba tan lejos de la puerta y fue por eso que gritó desde ahí.

—Somos tus machos Milena ábrenos la puerta —contestó Melissa haciendo su voz algo grave para luego estallar de risa con Daniela por su ocurrencia.

—¿Borrachos qué? —preguntó Milena antes de abrirles la puerta. Daniela y Melissa quedaron un poco decepcionada debido que la vieron aun con pijama.

—Esperen que recién me voy a bañar.... —mencionó Milena viendo los rostros de decepción de sus amigas.

Tanto Daniela cómo Melissa estaban algo molestas aunque ya no les caía de sorpresa que Milena las haga esperar, ellas pensaban que era el hobby favorito de Milena, siempre lo hacía.

Después de unos diecisiete minutos Milena estaba lista y ellas se marcharon para los quince años no sin antes despedirse de la estricta abuela de Milena quién no las dejaba de mirar con mucha seriedad.

Ellas llamaron a un taxi porque no querían caminar, se subieron en él, las tres se sentaron atrás ninguna de frente con el chofer, una vez que bajaron del taxi se dirigieron a la puerta del edificio de catorce pisos.

—¡Hola! —dijeron las tres al mismo tiempo mirando la puerta principal del edificio pero nadie les contestó.

—Parece que no hay nadie —comentó Melissa desanimada.

—¿Entonces nos equivocamos de lugar? —preguntó Daniela mirando a sus dos amigas.

—No para nada, aquí es... —confirmó Milena— ¿Qué no escuchan la música del último piso?

Una vez que terminó de hablar Milena ella señaló con su dedo índice el catorceavo piso del edificio y Danissa miraron también.

—Pero ¿Cómo subiremos? —preguntó Melissa rascándose la cabeza.

—Ya sé voy a ver si puedo abrir con mi taco —exclamó Milena y efectivamente se sacó el taco de su pie derecho y empezó a golpear la cerradura de la puerta.

Ella golpeaba y golpeaba hasta que un estruendo desde el otro lado de la puerta la hizo detenerse.

Milena gritó muy fuerte al igual que Danissa hasta que de repente una señora de edad avanzada abre la puerta muy molesta.

—Son ustedes otra vez cholos culos cagados —exclamó molesta una vez que terminó de abrir la puerta.

—¿Culos cagados? —preguntó Melissa frunciendo el ceño. No pudo evitar reírse de esas palabras.

—Ah perdón jovencitas yo pensaba que eran dos cholos que siempre vienen a tumbar esta puerta para asustarme ya me tienen hinchadas las que no tengo —contestó ella riéndose al final.

Danissa Vs Zombies (Pausada)Where stories live. Discover now