Introducción

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Los libros más conocidos o best-sellers suelen empezar por érase una vez o algún otro título ya desgastado por el paso del tiempo y suelen acabar por un vivieron felices y comieron perdices. Irónicamente suelen ser luego los más alabados por la crítica, supongo que es uno de los muchos sedantes que la gente utiliza para evadirse de la realidad, y no los culpo por ello.

Pero como este libro no es ni tan importante ni por supuesto aplaudido, usaré otro tipo de introducción y final. He de decir en defensa propia, que ni si quiera J.K Rowling ha sido capaz (todavía) de dejar un final abierto... a la espera de ser escrito y relatado.

Una historia para que sea brillante y evocadora tiene que constar de una introducción, nudo y desenlace. Pero como esta no va a ser ni lo uno ni lo otro, tan solo será un relato normal y corriente, salido de una persona sencilla e incluso ingenua cuya mente no está preparada para aguantar lo que estará por venir. Pero para que a una melodía se la considere una obra maestra, su partitura contará de notas altas y bajas, cada una acompañada de un sonido e impresión diferente cuyo resultado tiende a ser ridículamente hermoso.

Bien, toda historia normalmente tiene que estar basada en algo o alguien, normalmente el personaje tiende a ser una persona atípica y desconocida a la vista del espectador, a la que finalmente se le atribuye algún valor notable o perceptible y por ese simple hecho de alguna manera termina sabiendo el rumbo que quiere tomar en la vida para así finalmente, lograr la felicidad... porque todo final siempre está marcado por una serie de emociones, ya sea felicidad, impotencia o incluso quien sabe, amor tal vez. Yo normalmente no suelo recurrir a los libros con portadas bonitas y estrafalarias, genuinas y hermosas por fuera pero sin contenido realmente. Un buen libro, normalmente suele estar desgastado acompañado de una encuadernación lamentable, tocado por diferentes manos y abiertas por las mismas mentes en busca de lo incomprendido y a la espera de ser asombradas. Toda historia por muy pequeña que sea muestra la perspectiva de autores que no escriben a la espera del consentimiento de una editorial, escriben porque sienten que con un papel y boli nada tiene limitaciones y surcan a través de sus pensamientos hasta encontrar el lado hermoso de las cosas que poco a poco, ha ido deteriorando la realidad. A los escritores nos importa una mierda la realidad o las críticas nos lanzamos directos a la evasión absoluta, no queremos ser encontrados sino comprendidos ,y sé que la persona que va a leer esto lo hará.

Todo detalle esconde algo imperceptible y despierta algo adormecido en el interior, algo así como una caricia, un susurro, una mirada e incluso un comentario ebrio consigue ese efecto en las personas, no en cualquiera por supuesto solo la gente observadora consigue revelar semejante secreto y como si de frascos pequeños se trataran lo sepultan en la memoria.


Lo que jamás llegue a decirte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora