Un lápiz resigando a escribir.

33 2 0
                                    


Como empezar a escribir algo que no puedo sentir del todo. 

El lápiz se me escapa de las manos y se agarra al papel con insistencia, con despreocupada petulancia me reprocha los lentos movimientos trazados por una muñeca obediente que sólo mecaniza lo que mi cerebro le ordena. 

Vacío, siento vacío cuando escribo, cuando no encuentro motivo alguno para seguir haciéndolo. Se me escapa, te estás escurriendo, la ignorancia quema así como la desesperación abruma, poco a poco te va consumiendo. Como si de pétalos se tratara, uno a uno va cayendo con delicadeza; poco a poco el tiempo va pensando y se vuelve efímero como nuestro recuerdo. como nosotros.

No te engañes es miedo, y lo presentas con discreta cobardía.

Lo que nos estamos perdiendo...lo que nos vamos a perder por culpa de...nosotros, solo nosotros. Porque de nosotros depende saltar, reír, llorar, amar. Somos nosotros nadie más.

Que impotencia no hacer nada, no saber ni conocer. Hacer lo posible por apagar, borrar, frenar algo que cada vez va en aumento.

No sé.. no sé esto, no sé lo otro

Y si... Quizá 

Deseo... 

Evasivas y más evasivas van dibujando una ilusión perfectamente creíble, desesperadamente deseada. Nos disfrazamos no solo de noche, también de día; nos ponemos máscaras diurnas y las observamos sin descifrarlas. Porque nos da miedo a encontrar, a saber, a sospechar a indagar... menuda contradicción.

Llámalo amor, llámalo atracción, llámalo deseo. Mira, llámalo como tú quieras: 

Es cuestión de añadir unos cuantos sustantivos a algo que no tiene nombre.

Estás tan cerca; pero a la vez tan lejos... Es tu voz, tu risa, tus lunares, tu forma de mirar, de andar, de hablar. Lo siento. Pero lo es todo.

Lo que jamás llegue a decirte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora