Lo que jamás llegue a decirte.

Capitulo 6

Belleza ¿Alguien me podría explicar qué narices es eso? Morfológicamente se le considera como un adjetivo femenino singular si nos queremos poner tiquismiquis. Adoptando una postura crudamente realista, se le considera belleza a una serie de patrones o atribuciones que solemos identificar a simple vista relacionándolo con algo estético, visiblemente bonito.

Hace no mucho relativamente, mi compañera de al lado (pelo liso rubio ceniza; ojos verdes e incluso grises según la incidencia del sol, nariz respingona y labios finos de un pigmento rosado ¿Bella? No creo, ¿Guapa? Me temo que sí.) se encontraba absorta mirando a un punto fijo; más bien un ser en particular, podría negármelo pero podía ver en su mirada indicios de atracción e incluso necesidad para más inri. No se esforzaba en ocultar su aparente atracción por él al igual que su elevada autoestima y disposición en conseguirlo. Estaba esperando a que se percatara de su presencia, a que él gastara una fracción de su preciado tiempo para observarla del mismo modo en que ella lo hacía.

Pasaba la clase y él ya se había dado la vuelta inconscientemente para observarla intentando reclamar del mismo modo que había hecho ella su atención, esperando impasible. Ella por supuesto no se había fijado en ese delicado detalle, de todas formas tan sólo era eso; un simple detalle.

Me daba gracia aquella situación, ambas personas tenían el mismo propósito y sin embargo no sabían valorarlo.

Después de un largo silencio se dio cuenta de que me sentaba a su lado y para su incomodidad se percató de que probablemente que había sido partícipe de ese cambio de miradas ñoñas. Para quitarle hierro al asunto me pregunto sin aparente curiosidad-¿Qué te parece el chico de la segunda fila de al lado?-Di por supuesto que se refería al personaje sentado de mala manera medio tumbado en la mesa con una postura característica de estar haciéndonos un favor a todos con un semblante serio, más bien distraído. –No me transmite nada sinceramente-No sé si tuve que repetirla la frase porque no me escuchó o porque simplemente no me entendió... su mirada no me daba motivos para ser notada, al igual que su postura en general me generaban un instinto de indiferencia, rechazo podría ser. – Me refería a que si te parece guapo- Esa palabra ya la había escuchado de ella, la solía utilizar cuando me presento por primera vez a su ahora ex –novio y la respondí que era muy simpático; porque nada más verle me contagiaba su buen humor y definido carisma. Al escuchar mi respuesta no se quedó muy complacida, por lo que tuve que retractarme y decirla que sí, que era mono. Esto pasó hace aproximadamente diez meses. Sorprendentemente duraron un año y dos meses ¿Por qué fue mono? Estoy segura que no fue por eso.

Me entristecí al ver que me formulaba la misma pregunta pasado un año y medio, y me di cuenta de que debería de usarlo con el mismo valor que la última vez- A ver mono es, hay que decirlo- Y no era del todo mentira, el sujeto en cuestión era moreno con ojos azules, una chaqueta de polo y unas zapatillas de marca, en conjunto se le veía atractivo. Pero no bello.

¿Eso es lo que ella consideraba como belleza?

Bello es el edificio que tiene más de quinientos años derrumbado en medio de una plaza, llámalo Coliseo Romano llámalo como quieras. Bello es que le haya hecho frente al espacio-tiempo y siga aquí, Dispuesto a contarte un sinfín de historias sobre guerras perdidas, historias de amor sin éxito, de enfermedades incurables, de Dioses inmortales, de olvidos prolongados...si te viene bien escucharlo claro.

Bello es ver a tu madre reírse después de tener que verla llorar desconsoladamente un 13 de mayo tras acostar a una de sus hijas del cansancio que la proporcionan los ansiolíticos que se debe tomar para no perder el control de los cambios de humor, o las dosis de fluoxetina que debía de meterse para dejar de temblar como las maracas fruto de la ansiedad.

Bello es despertarte por las mañanas y a la hora del desayuno pilllarla canturrear la canción de la radio de "hoy no es un día cualquiera" irónico.

Bello es ver una puesta de Sol en lo alto de una torre en Italia rogándola que no se vaya, no al príncipe; si no al atardecer.

Bello es que te pongan la canción, tú canción y no tengas que acordarte más de que con quien la compartías ya no está; porque es tu puñetera canción. No la de él

Seis días después me entere de que ambos se liaron. No me pareció bello. Me pareció predecible